¿La redención del Joker?
El famoso villano parece que dejó decepcionados a muchos fanáticos que esperaban ver arder a Ciudad Gótica (¡alerta de spoiler!)
15 DE OCTUBRE DE 2024 · 08:00

Un amigo con quien suelo hablar sobre cine, cultura y política, me invitó a ver la nueva película “Joker: Folie à Deux”, pero no me atraía el film por el carácter nihilista de su antecesora (Joker), una cinta estrenada en el 2019 y que posteriormente ganó 2 premios Oscar y varios reconocimientos internacionales.
La exaltación de la venganza no es nueva en Hollywood, una filosofía que mantiene en altares a directores como Quintín Tarantino, cuyas tramas suelen ser usadas para respaldar el argumento de hacer justicia por nuestras propias manos (Ojo por ojo, diente por diente).
“Joker” narró hace 5 años como la maldad tiene el potencial de romper poco a poco a un ser humano y según los creadores de este nuevo Guasón (como se le conoce en Latinoamérica) el personaje fue inspirado por algunas películas de Martin Scorsese (“Taxi Driver” y “El rey de la comedia”).
Debo confesar que me sorprendió la baja puntuación otorgada por la crítica y el público a esta nueva película. Con este panorama, pensé: Si la primera promovió la desesperanza, violencia extrema y tuvo “éxito”, ¿Qué se hizo diferente en esta nueva entrega para obtener un efecto tan adverso?
Todas estas incógnitas me impulsaron a la sala de cine para ver la denominada “Joker: Locura de dos”, y saber él porque está siendo “crucificada”, incluso por su protagonista.
Algo de contexto
Los que conocen el mundo de las historietas, saben que el Guasón es uno de los villanos más populares en DC comics.
El personaje ha cambiado con el paso del tiempo en cada edición de revistas, dibujos, juegos de videos o películas, llegando al punto de presentarlo como una figura sin escrúpulos que pone a prueba a los superhéroes y a la humanidad, tratando siempre de rebajarlos a su nivel de maldad.
Un ejemplo claro es el Joker que aparece en el film "Batman, el Caballero oscuro" (2008) de Christopher Nolan, interpretado por el australiano Heath Ledger.
Este Guasón fue "aterrador, demente y extrañamente carismático" según la crítica. Ledger confesó que, durante el rodaje, había noches donde no lograba dormir más de dos horas, por lo que acudió al consumo de pastillas para poder conciliar el sueño.
El final de la historia ya es conocido, el actor murió el 2 de enero del 2008 con apenas 28 años de edad "como resultado de una intoxicación aguda por los efectos combinados de la oxicodona, hidrocodona, diazepam, temazepam, alprazolam y la doxilamina" según el informe forense, catalogando el fallecimiento como accidental.
La película de Batman fue estrenada pocos meses después de su muerte. Su interpretación le hizo ganar a Heath el Oscar al mejor actor de reparto de manera póstuma.
En Hollywood se habla a manera de superstición que interpretar a este villano tiene sus consecuencias. Jack Nicholson y Jared Leto expresaron en su momento, lo complejo que fue encarnar al personaje. El mismo Joaquín Phoenix manifestó algo similar.
La masacre de Aurora
La trilogía de Nolan concluyó en 2012 con “Batman, el Caballero oscuro renace", un estreno marcado por el tiroteo en una sala de cine en Aurora, EEUU, donde doce personas fueron asesinadas y al menos 59 resultaron heridas.
El autor de los hechos fue James Eagan Holmes, que luego de cometer el crimen, no opuso resistencia al ser detenido. Cuando la policía le dio el alto, él respondió: “Soy el Joker”.
Hay muchos factores que generaron este espantoso desenlace, pero uno de ellos, por más delicado que sea mencionarlo, es la influencia de este arquetipo.
El impacto de este suceso generó incluso que, siete años después, el ejército de los EEUU enviara correos electrónicos a sus tropas advirtiendo sobre "el riesgo potencial" de acudir a una sala de cine a ver el estreno del nuevo Joker (2019) y cómo reaccionar de suscitarse una emergencia de estas magnitudes.
Muchos consideraron estas precauciones como exageradas, pero seamos sinceros, la cinta estrenada en octubre de ese año presentó el colapso de Arthur Fleck hasta convertirse en asesino, e irónicamente, un símbolo de anarquía que inspiró a varios ciudadanos a disfrazarse de payasos en una especie de histeria colectiva donde se generan múltiples crímenes, incluyendo el homicidio del matrimonio Wayne al salir de una sala de cine, un suceso presenciado por su hijo Bruce (Batman).
¿El diablo?
En mi opinión, no hay mucha diferencia entre algunos Jokers ficticios y Satanás. En la Biblia, el diablo es conocido como el acusador y su objetivo es sembrar duda y desconfianza en la relación entre Dios y la humanidad. Otra característica atribuida a Lucifer es el tentador, que busca constantemente manipular a las personas para pecar.
Esto cualquiera pude percibirlo en diferentes versiones de comics y videojuegos, o en la ya mencionada película de Christopher Nolan y las míticas escenas donde pervierte a Harvey Dent, o la de los barcos con explosivos; allí también se observa su carácter destructor, al ser alguien que busca el caos y causar sufrimiento a la obra de Dios.
Pudiera seguir nombrando otras características del diablo, como el enemigo, o padre de las tinieblas, sin embargo, una de las más famosas: "el padre de la mentira o engañador", no encaja en el nuevo Joker (2024).
¿La redención del Joker?
En la primera cinta, se deja claro que Fleck es un paciente psiquiátrico que no contó con la ayuda suficiente para lidiar con sus traumas, y, por ende, con su patología.
Muchos profesionales de la salud han concluido que el personaje refleja padecer de síndrome pseudobulbar, trastorno de personalidad narcisista, esquizofrenia y depresión crónica o distimia.
Creo sinceramente que un sector del público (incluso fanáticos del comics) apreció ambas cintas (2019 y 2024), al hacerse consciente de lo que pudiera padecer una persona con este tipo de problemas y las consecuencias de no prestarle un verdadero apoyo. Es por eso que, en vez de ser el padre de la mentira, Arthur parecía un ser engañado para luego engañar.
Si la redención es definida como una liberación, mediante acción, de un vejamen, dolor, penuria u otra adversidad, pude interpretar con el nuevo film que el protagonista logra zafarse del engaño.
Escenas cruciales
La trama básicamente transcurre durante el juicio que se le hace al Joker luego de los asesinatos cometidos en la primera entrega. No voy a contar toda la película, pero si me parece oportuno destacar varias escenas que fueron decisivas para esta impensable transformación que le haría renunciar a la senda del caos.
Al inicio de esta cinta, ya nos daban una pista del mensaje principal. En una introducción con dibujos animados al estilo Warner Bros, se aprecia una especie de lucha espiritual entre Arthur y la presencia maligna denominada Joker, un alterego que surge de todas las maldades sufridas por Fleck en su vida.
Primero que nada, es de aplaudir que, a pesar de ser un asesino, Arthur pudo contar con personas que realmente querían ayudarlo en aspectos legales y de salud mental, personas que, por cierto, fueron vejadas en la trama por ser las que impedían el resurgir del Joker.
Estos vejadores son la fanaticada del Guasón, una manada de huérfanos espirituales que vieron en este villano a un líder revolucionario.
El personaje que reúne el sentir de estos adeptos es sin duda Harley Quinn, interpretada por Lady Gaga, que en esta entrega está enamorada del diabólico arquetipo, una situación que la hace luchar por que este sea “emancipado” para la destrucción. (Por cierto, el nombre de la película es por la psicosis compartida entre la pareja, algo que también se multiplicó en algún seguidor).
Segundo, en esta dualidad, Arthur decide nuevamente entregarse al Joker, pero una serie de eventos, como el testimonio de Gary Puddles, le recordaron al protagonista la existencia de su bondad, un valor que se pensaba extinguido dentro de Arthur.
El parlamento del mencionado Gary, un excompañero de trabajo de Arthur con enanismo, interpretado magistralmente por Leigh Gill, es un escupitajo al espectador que quería ver la muerte y el caos.
Puddles, confrontó al Joker como en una especie de exorcismo pasivo (si es que eso existe) intentando hablar con el ser humano y no con el ente vengativo. Le recordó a Fleck su bondad, pero también lo confrontó llorando porque ahora sentía pánico de este ente maligno.
Tercero, Joker insulta a los guardias de seguridad en televisión y estos le dan una paliza en la cárcel. El evento causa la irritación en Ricky Meline (interpretado por Jacob Lofland), un compañero de celda que lo admiraba y logró una especie de amistad con Arthur.
Para reprimir la violenta reacción de Meline, uno de los vigilantes se sobrepasa en la represión hasta el punto de asesinarlo, escena que es escuchada por Arthur, quien demuestra en su rostro hacerse consciente de las consecuencias que implica ser el Joker.
Cuarto, al final del juicio, todos estos acontecimientos hacen que Arthur decida no ser el Joker, dejando anonadados a sus fanáticos, que, y a pesar de haberlo ayudado a fugarse, este los abandona.
Si Arthur fue llevado al descenso en la tristemente icónica escena de la escalera, en esta secuela, la vuelve a subir, tratando de buscar esperanza en los lugares equivocados.
Conclusión
En el género de superhéroes, el villano tenía una parte crucial porque mientras más difícil era superarlo, más grande era el héroe.
Estas películas funcionaron tan bien que saturaron el mercado, surgiendo en paralelo una subcultura de antihéroes que en vez de vencer al mal con el bien, vencía el mal con el mal.
En este punto, ya los villanos se transformaron en protagonistas y muchas generaciones están creciendo con estereotipos que han cautivado a cierto público, y, quizás por eso, la gran decepción de algunos fanáticos que esperaban ver más venganza en esta nueva entrega del Joker.
Cuando medias verdades y mentiras, son disfrazadas de "verdades contundentes", la sociedad puede ser engañada a la manera del diablo, un ser que ofrece mucho, da poco y quita todo, siempre buscando alejar a los seres humanos de Dios para que multipliquen la maldad, cauterizando la sensibilidad por el prójimo.
Como Arthur no entró finalmente en el traje del “Joker: Folie à Deux” fue muy criticada. (En lo que si estoy de acuerdo con toda la audiencia, fue en el exceso de musicales. Ralentizaron la trama innecesariamente).
Sobre la presencia de Dios en la película, bueno, vi una Cruz gigante cargada por algunos manifestantes en las afueras de los tribunales donde se hacía el juicio del Joker. No me quedó claro si lo querían condenar al infierno o predicar el evangelio para que se arrepintiera, sanara su corazón, tuviera paz y se salvara (esto último sería pedirle a Hollywood demasiado, pero no hay nada imposible).
Ya me gustaría imaginar que, en una escena no filmada, alguien le habló a Arhtur o a sus adeptos sobre el amor de Dios y la importancia de seguir sus mandamientos. Me gustaría pensar que les hablaron de Cristo y lo que hizo en la Cruz por ellos.
Me gustaría saber que les advirtieron sobre la lucha contra poderes, autoridades y potestades que dominan este mundo de tinieblas, contra fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales. Que aunque los padres abandonan, el Señor se mantiene cerca.
No sé si alguien les dijo estas verdades, al personaje, al director, o al guionista. Lo cierto es que Arthur logró renunciar a ser instrumento del mal y aceptó simplemente ser Arthur, sin embargo, ya en la cárcel, es asesinado por lo que parece ser, un nuevo Joker, quien se autodenominó en la escena como un psicópata que lo admiraba, pero al final lo mata tras sentirse decepcionado por no seguir la senda del caos, un desenlace que deja la puerta abierta a más Guasones para el futuro. ¿Estaremos listos?
Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - Actualidad - ¿La redención del Joker?