El debate sobre los dinosaurios en la Biblia: ¿qué dice la ciencia y qué dice la fe?
Los dinosaurios no deberían ser un problema para la fe cristiana, sino una prueba más de la sabiduría y el poder de Dios.
Wikipedia, EFE · LONDRES · 04 DE ABRIL DE 2023 · 22:20

El Titanosaurio de la Patagonia ó, “Patagotitan mayorum”, es el animal más grande que haya existido en la Tierra y tenía la costumbre de tragar hasta 120 kilos de plantas enteras al día, en lugar de morder o masticar, según se muestra en una nueva exhibición inaugurada en el Museo de Historia Natural de Londres el viernes pasado.
La exposición, que presentará la réplica del esqueleto de este gigante de la Patagonia argentina, cuyos restos fueron descubiertos en la provincia de Chubut en 2010, estará abierta al público desde el viernes hasta enero de 2024.
“Hemos tratado de mostrar cómo era el medioambiente patagónico y la vegetación en la que este dinosaurio vivió, con coníferas” y otros árboles y plantas, dijo una de las organizadoras de esta muestra, la experta Anna Darron.
Los dinosaurios son animales fascinantes que han despertado el interés y la curiosidad a lo largo de la historia. Sin embargo, ¿dice algo la Biblia sobre ellos? ¿Existieron realmente? ¿Cuándo vivieron y cómo se extinguieron? ¿Tuvieron algún propósito en la creación de Dios?
Hay que aclarar que la palabra “dinosaurio” no aparece en la Biblia, pues fue acuñada en el siglo XIX por el científico Richard Owen para referirse a los “lagartos terribles” que se habían descubierto en fósiles. Sin embargo, la Biblia sí menciona a criaturas que podrían ser identificadas con algunos tipos de dinosaurios.
Por ejemplo, en el libro de Job se describen dos animales llamados behemot y leviatán, que según algunos estudiosos podrían ser un braquiosaurio y un plesiosaurio respectivamente (Job 40:15-24; 41:1-34). También se usa la palabra hebrea tanniyn, que se traduce como “monstruo marino”, “serpiente” o “dragón”, y que podría referirse a diversos reptiles gigantes que vivieron tanto en el agua como en la tierra (Génesis 1:21; Salmos 74:13; Isaías 27:1).
Silueta de Titanosaurio de la Patagonia basada proporcionalmente en una reconstrucción esquelética / Wikimedia Commons
La Biblia nos enseña que Dios creó a todos los animales según su especie, y que los vio buenos (Génesis 1:21-25). Esto significa que los dinosaurios fueron parte de la obra maestra de Dios, y que tenían un propósito en su plan. Algunos creen que los dinosaurios vivieron antes del diluvio universal, y que murieron ahogados o por el cambio climático que provocó el cataclismo.
Otros creen que algunos dinosaurios sobrevivieron al diluvio, y que convivieron con los seres humanos durante algún tiempo, hasta que se extinguieron por causas naturales o por la caza. Sea cual sea el caso, lo cierto es que la Biblia no dice nada sobre la desaparición de los dinosaurios, sino que deja ese asunto a la investigación científica.
Lo que sí sabemos es que Dios creó a los dinosaurios con una razón, pues la Biblia dice que todas las cosas llegaron a existir por la voluntad de Dios (Apocalipsis 4:11). Cuando ese propósito se cumplió, Dios permitió que se extinguieran. Los dinosaurios no deberían ser un problema para la fe cristiana, sino una prueba más de la sabiduría y el poder de Dios. Los fósiles que encontramos hoy en día son testimonios silenciosos de las maravillas que Dios hizo en el pasado, y que nos invitan a alabarle y a conocerle más (Salmos 19:1; Romanos 1:20).
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