El 24 de junio y la verdadera independencia de Venezuela
Dios nos otorgó la libertad como nación a través de la espada, no ha sido así en lo espiritual hasta hoy.
20 DE JUNIO DE 2021 · 08:00

El 24 de junio de 2021 se cumplen 200 años de la batalla de Carabobo, la cual fue decisiva en la derrota del ejército realista (comandado por Miguel de la Torre) por parte del ejército patriota (comandado por Simón Bolívar, José Antonio Páez y Manuel Cedeño, quien perdió la vida en esa batalla), y significó el inicio de la salida definitiva del dominio español sobre Venezuela. Esta confrontación se llevó a cabo en Campo Carabobo el 24 de junio de 1821 y apuntaló la liberación de Caracas el 29 de junio, cinco días después.
Esta batalla conquistó la independencia de Venezuela del yugo español y le otorgó el poder gubernamental a los propios venezolanos, de los cuales el general José Antonio Páez, uno de los actores principales de Carabobo, fue el presidente tras esta gesta emancipadora. Hace ya 200 años que Venezuela fue libre del poder monárquico español; a pesar de que Dios nos otorgó la libertad como nación a través de la espada, no ha sido así en lo espiritual hasta hoy.
Por el contrario, pasamos de la religión idolátrica venida con los conquistadores con sus concordatos bilaterales violatorios a la libertad de culto, a un avivamiento de las tinieblas y su superchería; al extremo de que hoy la brujería y sus múltiples derivados son política de Estado, hasta han convertido la conmemoración del bicentenario de la batalla de Carabobo en un magno evento espiritista disfrazado de manifestación cultural.
Sin embargo, hoy en Venezuela no existe plena libertad de culto cuando un evento eminentemente histórico nacional es tomado oficialmente para hacer pactos e invocaciones a ‘deidades ancestrales’ que todos sabemos quiénes son a la luz de la Biblia y a qué reino representan. Por eso afirmamos que espiritualmente Venezuela necesita una verdadera independencia, la liberación del yugo del satanismo y del pecado, por la verdadera libertad y la paz que encarna Jesucristo, nuestro Señor y Rey.
A Dios gracias por el remanente cristiano que no ha dejado de ayunar y clamar al Señor por la liberación de Venezuela, en medio del ‘avivamiento’ de las tinieblas con su multiplicidad de pactos y encantamientos que lo que acarrean es más pobreza, miseria, enfermedades y muertes a nuestra ya atribulada nación. Actualmente existe un contrataque a las tinieblas por parte de la Iglesia de Cristo tanto dentro como fuera de Venezuela y sabemos, porque así lo ha prometido Dios, que en breve obtendremos la libertad genuina del país.
Una libertad que no vendrá como en los días de la batalla de Carabobo, sino una libertad espiritual comandada por el Espíritu Santo a través de su Iglesia; porque la que se libra actualmente es una batalla espiritual que dará a luz una nueva nación plena de la gloria de Dios, en donde los poderes de las tinieblas serán derrotados y echados de Venezuela, en el nombre poderoso de Jesús. Será «no con ejército ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho el SEÑOR de los Ejércitos» (Zacarías 4:6).
Al enemigo de las almas le queda poco tiempo en Venezuela, por eso anda acelerando sus pactos y encantamientos, pero no prosperarán porque el Señor ya le dio la victoria a su pueblo santo que ha multiplicado ante Él la oración, el arrepentimiento y la humillación, pidiéndole perdón por los pecados que hemos cometido los venezolanos delante de su presencia; por eso estamos seguros de lo cercana que está de consumarse la nueva y definitiva independencia venezolana, pero esta vez será espiritual.
A los gobernantes, políticos y a la población en general -en especial a los practicantes del ocultismo ancestral- les decimos: es hora de volverse al Señor antes de que sea demasiado tarde, porque Dios no tendrá por inocente al culpable; así que «no se engañen; Dios no puede ser burlado. Todo lo que el hombre siembre, eso mismo cosechará» (Gálatas 6:7).
Venezuela muy pronto será libre y caerá el juicio divino sobre los transgresores de la Palabra de Dios, practicantes de brujería, idólatras, corruptos, entre muchos otros pecados; así que «¡Busquen al SEÑOR mientras puede ser hallado! ¡Llámenlo en tanto que está cercano! Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos. Vuélvase al SEÑOR, quien tendrá de él misericordia; y a nuestro Dios, quien será amplio en perdonar» (Isaías 55:6-7).
Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - Clarinada venezolana - El 24 de junio y la verdadera independencia de Venezuela