Los influencer modernos Vs. los influencer de la fe

Según la definición que da la Academia de la Lengua Española: «La voz influencer es un anglicismo usado en referencia a una persona con capacidad para influir sobre otras, principalmente a través de las redes sociales. Como alternativa en español, se recomienda el uso de influyente: Cómo ser un influyente en redes sociales. También serían alternativas válidas influidor e influenciador».

Lo que nadie define es qué tipo de influencia traen estos creadores de contenido, porque a decir verdad la mayoría de ellos son una mala influencia en la vida de los derrochadores de tiempo a través de las redes sociales. No olvidemos que tiempo es igual a vida, lo cual significa que a millones de personas en el mundo se les va la vida consumiendo contenidos mal influenciadores que ofrecen en las redes sociales estos influencer.

Existen muchos otros que sí ofrecen un contenido de calidad, respetuoso, cargado de buena información y de un conocimiento enriquecedor, que sí vale la pena seguir y observar, siempre y cuando nos sobre algo de tiempo.

La inmensa mayoría de los actuales influencer necesitan de las redes sociales para poder llegar a su audiencia e influirles, positiva o negativamente. En el pasado hubo hombres y mujeres que influyeron en las vidas de sus fanáticos o seguidores a través de otros medios y escenarios, los cuales marcaron épocas y generaciones.

Pero ninguno de los influencer de la historia podrá superar jamás al eterno influencer de la humanidad, nuestro Señor Jesucristo, quien con su vida y mensaje ha salvado y transformado la vida de millares de millares de personas los últimos 2.000 años. Así como cientos de hombres y mujeres que, por su fe en el Dios eterno, autor de la Biblia, influyeron profundamente en la vida y el mundo de sus épocas, de quienes nos relata la Carta a los Hebreos en su capítulo 11.

Los verdaderos influencer son aquellos que por medio de la fe en el único Dios todopoderoso manifestado en tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo, influyen sobre las generaciones en las que les tocó vivir. De ellos dice la Biblia: «Gracias a ella [la fe], nuestros antepasados fueron reconocidos y aprobados»¹ por Dios; toda su influencia radicaba en creer, confiar y actuar en el nombre del Señor, a diferencia de muchos de los influencer modernos que basan su ‘fama’ en actitudes necias cargadas de charlatanería hueca y vacía.

Todos estos influencer de Dios «por la fe conquistaron reinos, impartieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones, apagaron fuegos impetuosos, escaparon del filo de la espada, sacaron fuerzas de flaqueza, llegaron a ser poderosos en batallas y pusieron en fuga a ejércitos extranjeros. Hubo mujeres que por medio de la resurrección recuperaron a sus muertos. Pero otros fueron atormentados, y no aceptaron ser liberados porque esperaban obtener una mejor resurrección. Otros sufrieron burlas y azotes, y hasta cadenas y cárceles. Fueron apedreados, aserrados, puestos a prueba, muertos a filo de espada; anduvieron de un lado a otro cubiertos de pieles de oveja y de cabra, pobres, angustiados y maltratados. Estos hombres, de los que el mundo no era digno, anduvieron errantes por los desiertos, por los montes, por las cuevas y por las cavernas de la tierra.

Y aunque por medio de la fe todos ellos fueron reconocidos y aprobados, no recibieron lo prometido. Todo esto sucedió para que ellos no fueran perfeccionados aparte de nosotros, pues Dios había preparado algo mejor para nosotros»².

De esta gloriosa e influenciadora porción de las Escrituras vamos a profundizar en dos frases poderosísimas de lo que carecen la mayoría de los influencer modernos.

La primera dice: «Estos hombres, de los que el mundo no era digno»³. ¡Qué tremenda verdad! Estos siervos de Dios llegaron a ser tan influyentes en las manos del Señor que sobrepasaron los estándares de fama y reconocimiento del mundo. Ni los influencer más famosos de su tiempo pudieron superar a estos hombres y mujeres de Dios, llegando a ser tan prominentes que «el mundo no era digno de ellos».

Mientras que los influencer de hoy necesitan del mundo y sus ‘like’ para ser reconocidos y ganar dinero, no importando si lo que hacen y dicen es bueno o agrada a Dios; la humildad de los influencer de la fe los convirtió en héroes, porque tenían el ‘like’ del Señor; y aquellos que gozan del agrado de Dios serán siempre verdaderos y poderosos influencer, aunque lo que hagan y digan no les produzca dinero en este mundo ni fama efímera y pasajera.

Eso nos lleva a la segunda frase que deseamos destacar. «Y aunque por medio de la fe todos ellos fueron reconocidos y aprobados, no recibieron lo prometido»⁴. Los influencer de la fe se centran en agradar a quien les llamó a su servicio, en recibir su aprobación e influir al prójimo no en sus fuerzas y sabiduría, sino en la de Dios, quien los escogió y los usa para ser de influencia en medio de un mundo vano y perdido.

Los influencer modernos carentes de temor a Dios buscan fama y reconocimiento de la gente (‘like’) para recibir así mucho dinero de parte de los mercaderes de la redes sociales; en cambio los influencer de la fe centran su atención en el galardón eterno donde van a «recibir lo prometido», aunque en la tierra no sean millonarios; buscan la prosperidad divina que es integral, más allá de lo que el dinero les pueda dar,  porque la prosperidad divina es eterna, mientras que la fama y el dinero son temporales y no inciden sobre los galardones eternos.

Acerca de la recompensa que recibe quien es influencer seguiremos tratando la próxima semana, si Dios lo permite.

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(1) Hebreos 11:2

(2) Hebreos 11:33-40

(3) Hebreos 11:38

(4) Hebreos 11:39