La Reforma liberó a la Iglesia de la religión

En estos días recordamos los 502 años del valiente gesto de Martín Lutero un 31 de octubre.

13 DE OCTUBRE DE 2019 · 08:00

Martín Lutero (película),Martín Lutero
Martín Lutero (película)

Desde que en el siglo cuarto Constantino asumió el cristianismo como «religión oficial» del casi fenecido imperio romano, lo que implicó la paganización del evangelio y el nacimiento de la súper estructura religiosa que poco tiempo después se conoció como la iglesia Católica Romana; devino con los años en una sangrienta persecución a la verdadera Iglesia de Cristo (aquellos cristianos que se rehusaron a sincretizar el evangelio con el paganismo idolátrico de Roma).

Por siglos esta persecución arreció hasta casi hacer desaparecer -aparentemente- a la verdadera Iglesia del Señor, la que jamás dobló rodillas ante los ídolos y la descompuesta «iglesia» imperial que estableció su trono dentro de la capital de Italia, en una mini ciudad/nación llamada El Vaticano, desde donde el supuesto sucesor del apóstol Pedro despacha sus, más políticas que religiosas, decisiones.

Escribir acerca de todos los desmanes que la religión romana cometió a lo largo de la historia, desde el siglo IV hasta 1517 cuando se gesta la Reforma Protestante, harían falta muchos tomos, pero en aras de la verdad histórica y cristiana debemos salirle al paso a una corriente que cree que la Iglesia de Cristo salió del catolicismo, cuando en realidad el catolicismo falsificó a la verdadera Iglesia que nació en Pentecostés, persiguiéndola e intentando destruirla.

En estos días que recordamos los 502 años del valiente gesto de Martín Lutero -a quien el Espíritu Santo se le reveló, convirtió a Cristo y luego usó para dejar al descubierto años de latrocinio, terror, politiquería y herejías disfrazadas de cristianismo-, comenzando así una masiva conversión de personas al Señor a través del nuevo nacimiento e iniciar así el éxodo católico hacia el evangelio, puro, sencillo y transformador.

Por lo anteriormente dicho, nos parece inaceptable que algunos medios de comunicación de confesión cristiana bíblica titulen notas de la siguiente manera: «La Reforma que trastocó la Iglesia y el mundo hace 502 años».

Reconocer que Roma es «Iglesia» (con ‘I’ mayúscula) es aceptar que el cristianismo verdadero salió del catolicismo y no al contrario. Reiteramos, la religión romana paganizó a la Iglesia desde sus propios inicios en el siglo IV, y de manera paralela la Iglesia de Jesucristo prosiguió su avance a pesar de la cruenta persecución que el papado le imprimió a este avance para tratar de frenar lo imparable: que cada día más católicos abren los ojos y se convierten a Cristo.

Soy de los convencidos que a lo que llaman «Reforma Protestante», fue el despertar de un pueblo engañado por su liderazgo religioso que al leer la Biblia en su propio idioma el Espíritu Santo abrió sus ojos a la verdad y comenzaron a convertirse masivamente a Jesucristo.

No es un cambio de religión, lo que ha venido aconteciendo desde hace 502 años a la fecha, es un cambio de los dogmas y ritos antibíblicos a la verdad del evangelio, trayendo consigo la restauración de la relación con Dios únicamente a través del sacrificio salvífico de Jesús; lo cual hace imposible la permanencia del nuevo nacido en esa estructura religiosa.

Lo que ocurre es un cambio de religión por relación con el Señor. Dios nunca reforma, «Él hace nuevas todas las cosas» (2ª Corintios 5:16-17). Si al caso vamos, la Reforma no ha terminado, porque cada día más católicos salen de esa religión y vienen a una verdadera relación con Dios.

Desde hace más de 1.900 años ya el Señor le había pedido a su pueblo, los que en Cristo son Iglesia, lo siguiente: “Ustedes, los de mi pueblo, salgan de esa ciudad para que no participen de sus pecados ni reciban parte de sus plagas; pues son tantos sus pecados que llegan hasta el cielo, y Dios ha tomado en cuenta sus injusticias” (Apocalipsis 18:4-5).

Es la Reforma, precisamente, la que inicia la salida acelerada de los verdaderos creyentes de la religión romana.

Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - Clarinada venezolana - La Reforma liberó a la Iglesia de la religión