La arqueología, testigo de la verdad

Cuando la iglesia dudó de la Biblia, la arqueología se levantó para reivindicar en alto su veracidad,

26 DE NOVIEMBRE DE 2023 · 08:00

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Gran centro de almacenamiento de la época de los reyes bíblicos Ezequías y Manasés

La arqueología ¿corrobora o refuta el A. T.? (1)

Como suele suceder con estas series de artículos, los títulos pueden ser más ambiciosos que los contenidos, generando expectativas a veces demasiado elevadas que debo, de entrada, moderar y reducir a su justa proporción, pues en el espacio reservado para su tratamiento, no se puede abarcar la extensión de este tema que da para escribir libros con mucho mayor detalle.

Pero en su intención divulgativa, el espacio disponible, aunque apretado, es suficiente para hacer una síntesis comprensiva de este asunto al alcance de todos los legos interesados en él. Por eso, para encuadrar el tema y darle desde el principio la orientación que adquiere a la luz de los hechos, podemos comenzar por decir que cuando la iglesia guardó silencio y dudó de la Biblia, fue la arqueología la que se levantó a gritar y reivindicar su veracidad.

Para entender esta afirmación hay que tener presente, como ya lo hemos expuesto en otras ocasiones, que en el siglo XIX la teología se contagió de los resabios de la ciencia, pues un gran número de teólogos de corte liberal, influenciados por el esquema naturalista que se impuso en la ciencia en su momento, comenzaron a cuestionar gratuitamente en la Biblia todo relato sobrenatural o milagroso, calificando las narraciones bíblicas de una manera casi generalizada como “mitos” por el hecho de no encajar con estos esquemas preconcebidos y adoptados como axiomas incuestionables.

Pero, curiosamente, Jesucristo había respondido así en el domingo de ramos a los que querían hacer callar a quienes lo aclamaban: “Pero él respondió: -Les aseguro que si ellos se callan, gritarán las piedras” (Lucas 19:40). Y este anuncio se cumplió con la entrada en escena de la arqueología.

Cuando los teólogos en particular y los cristianos en general, intimidados por la ciencia, guardaron silencio y optaron por no defender, ni los milagros ni la veracidad de los relatos bíblicos, fue el momento en que las inscripciones antiguas talladas en piedra descubiertas por la arqueología, comenzaron a gritar, al punto que, por ejemplo, el importante arqueólogo británico William Ramsay, educado inicialmente en el escepticismo bíblico y cuyas excavaciones buscaban confirmar su punto de vista escéptico, por la fuerza de sus hallazgos terminó convencido de todo lo contrario, uniéndose al Dr. William Albright, decano de los arqueólogos del siglo XX, en su declaración en el sentido que: “No hay duda de que la arqueología ha confirmado la historicidad sustancial de la tradición del Antiguo Testamento”, para vergüenza de todos los cristianos que la pusieron en duda.

Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - Creer y comprender - La arqueología, testigo de la verdad