La arqueología bíblica y secular

Nadie duda que los descubrimientos arqueológicos “seculares” han contribuido a esclarecer los textos bíblicos.

03 DE DICIEMBRE DE 2023 · 09:00

Excavaciones en Silo, en 2022.,
Excavaciones en Silo, en 2022.

La arqueología ¿corrobora o refuta el A. T.? (2)

Si bien en el balance general la arqueología confirmó la historicidad sustancial de las narraciones bíblicas, tanto del Antiguo, como del Nuevo Testamento, al punto que existe una especialización ampliamente respetada y reconocida en el ámbito de la arqueología a la que se designa con el nombre de “arqueología bíblica”; debemos entender de qué modo lo hace, pues aquí existen muchos matices que es necesario identificar y distinguir, tanto entre el Antiguo y el Nuevo Testamento.

Por ejemplo, en el grado de confirmación que podemos alcanzar, que difiere a lo largo de los diversos periodos históricos definidos que se recogen en el Antiguo Testamento y la más reciente época del Nuevo Testamento, que es por obvias razones, la que puede contar con más confirmaciones directas y seguras de los eventos narrados en él que cubren tan sólo un siglo poco más o menos, a diferencia del Antiguo Testamento que, además de ser más antiguos, abarcan milenios de historia.

Lo primero que debemos decir al respecto es que, si tomamos de manera independiente hallazgos específicos de la arqueología del antiguo Cercano Oriente en general y de la arqueología bíblica en particular, podemos terminar siendo excesivamente optimistas en cuanto a las confirmaciones arqueológicas de las narraciones bíblicas, porque cada uno de los hallazgos considerados de manera aislada pueden generar una fascinación y un entusiasmo desbordado que nos llevan a atribuirle mayor carácter de prueba del que en realidad tienen y a impedirnos, de paso, ver y valorar el panorama general de las investigaciones llevadas a cabo por las ciencias bíblicas, entre las que se destaca, por supuesto, la arqueología a cuyos descubrimientos nos referimos en esta conferencia.

Hecha esta advertencia para bajarle un poco el tono al entusiasmo que nos puedan generar, hay, sin embargo, que afirmar que el cúmulo de hallazgos específicos que se han hecho nos permiten adoptar una actitud optimista al respecto

Sería muy dispendioso y aburrido hacer una relación detallada de todos ellos, pero podemos decir que en términos generales, la arqueología ha hecho muy numerosos hallazgos y continúa haciéndolos, que nos han permitido ubicar con gran precisión las ciudades y los lugares mencionados de manera abundante en el Antiguo Testamento con especialidad justo donde sería de esperarse que se encontraran, según la Biblia, pues las del Nuevo no han estado en discusión y se tiene de ellas una mucho más nutrida confirmación en fuentes bíblicas y extrabíblicas. 

Adicionalmente, pueblos que únicamente la Biblia mencionaba, como los horeos y los hititas, por ejemplo, y de los cuales se dudaba de su existencia, han sido también confirmados por la arqueología, entre otros.

Y por último, individuos en particular, con nombre propio, desde reyes paganos como el rey Sargón de Asiria y el rey caldeo Belsasar, así como reyes israelitas entre quienes cabe destacar a David y al rey Joaquín cautivo en Babilonia como lo afirma la Biblia, sin mencionar a opositores de Israel como Tobías el amonita y Gesem el árabe, en la época de Esdras y Nehemías, así como el gobernador Sanbalat de Samaria entre otros muchos, han sido también ya reconocidos como personajes históricos más allá de toda duda

Esta circunstancia puede haber jugado un poco en contra de la objetividad de las conclusiones iniciales, pues todos estos hallazgos avalaron la irrupción y legitimidad de la arqueología bíblica en el campo de la investigación arqueológica, con el resultado de que las iglesias en general y el fundamentalismo cristiano en particular terminaron financiando las investigaciones de campo y viciando un poco la agenda al buscar encontrar lo que deseaban encontrar. 

Por eso, hay que reconocer que las conclusiones de la llamada, a su vez, arqueología secular, más moderada que la arqueología bíblica, puede ser menos pretenciosa y más ceñida a los hechos.

Como sea, aún desde la óptica de la arqueología secular, nadie pone en duda que los descubrimientos arqueológicos han contribuido al esclarecimiento de los textos bíblicos y de su contexto histórico y cultural. Pero esclarecimiento no significa necesariamente corroboración

Aunque el esclarecimiento puede apuntar a la corrobación en muchos casos en una mayor o menor proporción o grado de probabilidad, también puede en otros casos dejar en evidencia la falta de coincidencia entre los relatos bíblicos y los hallazgos arqueológicos, lo cual, sin embargo, tampoco significa una concluyente refutación ni mucho menos.

Por eso, tal vez la mejor manera de abordar el papel de la arqueología en relación con las narraciones bíblicas sea segmentar la historia y los relatos recogidos en ella en los distintos periodos más relevantes de la historia de Israel y mirar uno por uno qué es lo que la arqueología ha logrado establecer en relación con cada uno de ellos.

En estos periodos iremos entrando en los siguientes artículos.

Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - Creer y comprender - La arqueología bíblica y secular