El mundo espiritual invisible

El materialismo moderno con su creencia de que la materia es lo único que existe niega, por lo mismo y de manera consecuente, la existencia del mundo espiritual inmaterial.

Con esta idea, rechaza la creencia ancestral de la humanidad entera en algún tipo de vida después de la muerte.

Se pretende encontrar apoyo en la ciencia para esta creencia, pero lo cierto es que la misma ciencia no ha podido explicar las numerosas y crecientes experiencias de personas que, habiendo experimentado muertes clínicas, regresan a la vida por medio de resucitaciones. Llamamos así a las personas que han experimentado las denominadas experiencias cercanas a la muerte (ECM), es decir con la persona en parada cardiorrespiratoria, aunque no aún en muerte cerebral..

Nos referimos a resucitaciones que las ciencias médicas están en condiciones de atestiguar y dejar constancia de ellas.

Estas vivencias, narradas tras suceder, exponen de manera exaltada vívidas experiencias conscientes y en gran medida coincidentes que habrían tenido lugar cuando se hallaban ya clínicamente muerta.

En ellas se informan incluso con detalle lo que estaba sucediendo alrededor de sus cuerpos sin vida por parte del personal médico, que luchaba para traerlos de vuelta a la vida.

Independiente de la mayor o menor correspondencia entre estas experiencias con lo que la Biblia nos revela y lo que la teología cristiana nos informa sobre la vida después de la muerte, lo cierto es que la existencia de la vida después de la muerte se vuelve cada vez más inevitable, junto con la existencia de un mundo espiritual invisible para los ojos físicos.

Un mundo espiritual invisible tanto o más real que el mundo material, como lo revelan las Escrituras.

Podemos verlo en diferentes textos (Colosenses 2:17; Hebreos 8:5) que nos dicen que:

Todo esto es una sombra de las cosas que están por venir; la realidad se halla en Cristo… Estos sacerdotes sirven en un santuario que es copia y sombra del que está en el cielo…

Así pues, el relato de quienes regresan de la muerte clínica muestra, en definitiva, que este mundo no es todo lo que hay, ratificando lo que afirma la Biblia.