Profecías cumplidas en la crucifixión de Jesús

La complejidad de la suma de eventos cumplidos, desde el punto de vista estadístico es totalmente improbable por el azar.

    17 DE NOVIEMBRE DE 2024 · 08:00

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    Película 'La Pasión' (Mel Gibson)

    Profecías mesiánicas (7)

    La muerte por crucifixión también fue implícitamente anunciada mucho tiempo antes de que éste se convirtiera en el medio de ejecución en el imperio romano para los delitos políticos.

    Está anunciado en el salmo 22“Como perros me han rodeado; me ha cercado una banda de malvados; me han traspasado las manos y los pies” (Salmo 22:16). El resultado de las heridas en sus manos y pies, producto de su crucifixión, las muestra el Señor ante el incrédulo Tomás: “Luego dijo a Tomás: ꟷPon tu dedo aquí y mira mis manos. Acerca tu mano y métela en mi costado. Y no seas incrédulo, sino hombre de fe” (Juan 20:27).

    Un detalle muy preciso alrededor de todo esto es la profecía de que sobre sus ropas se echarían suertes, pues la túnica del Señor era costosa, ya que era inconsútil o sin costuras: “Se repartieron entre ellos mi manto y sobre mi ropa echaron suertes” (Salmo 22:18). Marcos establece su cumplimiento: “Y lo crucificaron. Repartieron su ropa, echando suertes para ver qué le tocaría a cada uno” (Marcos 15:24) y Juan añade los detalles ya señalados al respecto: “Cuando los soldados crucificaron a Jesús, tomaron su manto y lo partieron en cuatro partes, una para cada uno de ellos. Tomaron también la túnica, la cual no tenía costura, sino que era de una sola pieza, tejida de arriba abajo” (Juan 19:23), razón por la cual, en vez de dañarla, echaron suertes sobre ella para ver quien se quedaría con ella.

    Otro detalle asombroso, contrario a lo acostumbrado, es la profecía que anuncia que sus huesos no serían quebrados“le protegerá todos los huesos y ni uno solo le quebrarán” (Salmo 34:20), algo que se llevaba a cabo habitualmente con los crucificados quebrando con un golpe de mazo sus piernas a la altura de las espinillas para acelerar su muerte, pero que no sucedió en el caso de Cristo por una circunstancia inusual, como lo es el hecho de que muriera muy rápido: “Pero cuando se acercaron a Jesús y vieron que ya estaba muerto, no quebraron sus piernas… Estas cosas sucedieron para que se cumpliera la Escritura: «No le quebrarán ningún hueso»” (Juan 19:33, 36).

    Finalmente, estando en la cruz vemos el cumplimiento de otras profecías, entre las que cabe destacar aquella que afirma que le darían hiel y vinagre“En mi comida pusieron hiel; para calmar mi sed me dieron vinagre” (Salmo 69:21), algo que se hizo con Cristo de manera repetida: “Allí dieron a Jesús vino mezclado con hiel; pero después de probarlo, se negó a beberlo… Al instante uno de ellos corrió en busca de una esponja. La empapó en vinagre, la puso en una vara y se la ofreció a Jesús para que bebiera” (Mateo 27:34, 48).

    Isaías 53 profetiza otros detalles desconcertantes, como por ejemplo el hecho de que moriría entre transgresores“Por lo tanto, le daré un puesto entre los grandes y repartirá el botín con los fuertes, porque derramó su vida hasta la muerte y fue contado entre los transgresores…” (Isaías 53:12), como lo fueron los criminales al lado de quienes fue crucificado: “Con él crucificaron a dos bandidos, uno a su derecha y otro a su izquierda” (Mateo 27:38).

    Pero a su vez, se profetizó que sería sepultado con los ricos, algo que sucedió contra todo pronóstico, pues los crucificados eran arrojados la mayoría de las veces a fosas comunes, no obstante lo cual: “Se le asignó un sepulcro con los malvados y con los ricos fue su muerte, aunque no cometió violencia alguna ni hubo engaño en su boca” (Isaías 53:9), siendo José de Arimatea el encargado de dar cumplimiento a esta profecía: “Al atardecer, llegó un hombre rico de Arimatea, llamado José, que también se había convertido en discípulo de Jesús. Se presentó ante Pilato para pedirle el cuerpo de Jesús y Pilato ordenó que se lo dieran. José tomó el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia y lo puso en un sepulcro nuevo de su propiedad, que había cavado en la roca. Luego hizo rodar una piedra grande a la entrada del sepulcro y se fue” (Mateo 27:57-60).

    No hablaremos aquí de las profecías relacionadas con su resurrección y ascensión, que también fueron anunciadas en el Antiguo Testamento, pues los escépticos naturalistas y materialistas, con su sesgo inclinado a descartar a priori cualquier evento sobrenatural, siempre pondrán en duda el cumplimiento de estos dos hechos, así que poco se logra señalando las profecías que así lo anunciaron.

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    Este artículo forma parte de la serie sobre "Profecías mesiánicas":

    1.- El testimonio profético cumplido en Cristo

    2.- El ‘protoevangelio’ ¿la primera profecía sobre Jesús?

    3.- Profecías cumplidas en el nacimiento de Jesús

    4.- Profecías cumplidas en el ministerio de Jesús

    5.- Profecías cumplidas en la última Pascua

    6.- Profecías cumplidas en el juicio a Jesús

    7.- Profecías cumplidas en la crucifixión de Jesús

    Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - Creer y comprender - Profecías cumplidas en la crucifixión de Jesús

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