Mucho más que levitas

El sacerdocio universal del creyente conlleva privilegios y responsabilidades ante Dios.

    07 DE FEBRERO DE 2025 · 08:00

    Ester Marie Doysabas, Unsplash,manos flor, dar generosidad
    Ester Marie Doysabas, Unsplash

    La relación con la condición del creyente como sacerdote se basa en el llamado “sacerdocio universal de los creyentes” revelado en el Nuevo Testamento.

    Una condición de este sacerdocio que se extiende a todos los creyentes, sin excepción, es que conlleva los privilegios y responsabilidades sacerdotales para acceder directamente a Dios.

    Estos privilegios y responsabilidades estaban restringidos en el Antiguo Testamento a los levitas descendientes de Aarón, y uno de ellos era la obligación de ofrecer a Dios sacrificios.

    En nuestro caso ya no de tipo cruento y con derramamiento de sangre, pero si “espirituales”.

    Entre estos sacrificios espirituales que debemos hacer encontramos:

    • El “sacrificio de alabanza” de Hebreos 13:15
    • Los sacrificios de la generosidad mencionados también en Hebreos 13:16 y Filipenses 4:18
    • Y el sacrificio vivo por el que nos ofrecemos al servicio de Dios y su causa todos y cada uno de los días de nuestra vida, tal como lo menciona también Romanos 12:1.

    Así, pues “también ustedes son como piedras vivas, con las cuales se está edificando una casa espiritual. De este modo llegan a ser un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales que Dios acepta por medio de Jesucristo…

    Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable.

    Ustedes antes ni siquiera eran pueblo, pero ahora son pueblo de Dios; antes no habían recibido misericordia, pero ahora ya la han recibido. Queridos hermanos, les ruego como a extranjeros y peregrinos en este mundo, que se aparten de los deseos pecaminosos que combaten contra la vida…” (1 Pedro 2:5, 9-12)

    Dios ya no pide sacrificios cruentos, pero si espera de nosotros sacrificios espirituales en nuestra nueva condición sacerdotal.

    Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - Creer y comprender - Mucho más que levitas

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