La Biblia y los refranes

Muchos refranes están tomados de fuentes bíblicas, y a menudo se desconoce.

    17 DE NOVIEMBRE DE 2022 · 08:00

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    MorningbirdPhoto, Pixabay

    Cada refrán tiene su empleador, su usuario que a la vez lo ha apropiado de su acerbo popular, a veces transformándolo o adecuándolo a su necesidad comunicativa.

    El refranero de la lengua castellana tiene una antigua prosapia figurando, por ejemplo, el Rabí Sem Tob –un judío de Carrión- con sus “Proverbios y refranes”.

    No en vano, don Miguel de Cervantes Saavedra en su maravilloso “El ingenioso don Quijote de La Mancha” dijo: “Paréceme Sancho, que no hay refrán que no sea verdadero, porque todos son sentencias sacadas de la misma experiencia, madre de las ciencias todas”.

    Y el Archipreste de Hita en el “Libro del buen amor” escribió que “Non ha mala palabra, si non es a mal tenida; verás que bien es dicha, si bien fuese entendida”.

    El autor de los refranes es generalmente el pueblo mismo y en nuestra país con toda justeza se los denomina “los evangelios abreviados” o directamente “los evangelios del pueblo”. Y descaminado no está en esa definición dado que un verdadero venero y una de las joyas de la literatura es sin duda el libro de los “Proverbios”.

    El mismo Sem Tob toma muchos de los suyos de las fuentes bíblicas, verbigracia: “Quién los vientos guardare Todos, non sembrará; / Quién las nuves catare, Jamás non segará”. Incuestionablemente tomado del Eclesiastés: “Oui observat ventum, non seminat; et qui considerat nubes, numquam mettet”.

    Resumiendo podemos decir que el proverbio y el refrán son la manifestación literaria más breve que pueda concebirse, con rasgos expresivos y recursos propios de la versificación.

    Comenzamos con uno de los más difundidos “Lloró como una Magdalena”. Sin duda hace alusión a una de las seguidoras del Señor Jesús María de Magdala quién lloró a los pies del Maestro. Y el refrán alude a todos aquellos que derraman lágrimas de dolor o de pena en forma desconsolada.

    “Hay de todo en la viña del Señor”. Este refrán que figura en los evangelios, dice metaforizando mediante la palabra viña para significar mundo terrenal, que en la misma hay de todo, es decir que la diversidad es una nota propia del género humano. Se emplea para aceptar algunas conductas que se consideran poco correctas.

    “La fe sin obras no vale”. Expresión atribuida a San Pablo; esta enunciación evidencia que la fe en sí misma, no tiene plenitud, sino que cobra valor a partir de las obras que genera.

    “Árbol bueno, fruto bueno. Árbol malo, fruto malo”. Refrán también de origen evangélico (Mateo 12-23). “Supongan que el árbol es bueno: el fruto también será bueno. Supongan que el árbol es malo: el fruto también será malo. Porque el árbol se conoce por su fruto”. Comenta así la maldad o bondad de las personas con la metáfora de árbol bueno y árbol malo y sus correspondientes actitudes mediante los frutos, ya buenos, ya malos”.

    “Son ídolos con pies de barro”. Este refrán señala en forma escueta la inconsistencia de las idolatrías, ya que éstas son de barro, es decir se derrumban con facilidad. Encontramos su empleo para desacreditar o comentar falsas creencias o adhesiones a personas de dudosa conducta. Alude al famoso sueño del rey Nabucodonosor de la estatua con pies de barro que solamente descifra el profeta Daniel.

    “El tesoro del hombre está donde está su corazón”. Este conocido refrán también tiene su origen en los evangelios  cuando el señor Jesús reflexiona sobre la actitud del joven rico. Indica que los muchos bienes materiales son muchas veces un impedimento para la vida espiritual. De allí la famosa frase que es “muy difícil que un rico entre al Reino de los Cielos. (Del ojo de la aguja hablaremos en otra nota).

    “La tercera es la vencida”. Este refrán muy difundido también alude a citas bíblicas, entre ellas los tres llamados de Dios al profeta Samuel.

    “Prestar plata es comprar disgustos”. Refrán que deriva del libro de Proverbios cuando se previene se previene sobre los riesgos de prestar dinero con la advertencia “no salgas de fiador de tu hermano”.

    Quedan muchos seguramente en el tintero. Los refranes son sabiduría popular y como advierte uno de origen judioespañol: “Refrán mentiroso no ay”. 

    Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - Desde Valcheta - La Biblia y los refranes

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