Vargas Vila, ateo absoluto

Este colombiano dicen que fue hijo de un cura y una monja, y de ahí su feroz postura contra el catolicismo y la religión.

Protestante Digital · 03 DE JULIO DE 2024 · 11:00

Detalle de una caricatura de Vargas Vila por Tovar, publicada por 'Flirt' en 1922. / Manuel Tovar, Wikimedia Commons.,Vargas Vila
Detalle de una caricatura de Vargas Vila por Tovar, publicada por 'Flirt' en 1922. / Manuel Tovar, Wikimedia Commons.

Grandes escritores hispanoamericanos (24)

Estamos ante un personaje singular al que incomprensiblemente silencian diccionarios y enciclopedias, pero que a mí me interesó años atrás hasta el punto de leer gran parte de su obra. Me recuerdo en el recorrido por librerías y puestos de libros usados de Bogotá buscando sus escritos.

Vargas Vila nació el 23 de junio de 1870 en Bogotá, Colombia, y desnació en la Barcelona de España el 23 de mayo de 1933.

De sus primeros años apenas existen datos. Su contemporáneo Carlos García Prada afirma que en Bogotá asistió a la escuela primaria y secundaria. Este mismo autor añade: “Con estudios incompletos se dedicó al periodismo”. Y de aquí a la política. Combatió al presidente Rafael Núñez y fue secretario del general Daniel Hernández en la revolución colombiana de 1884. En labores diplomáticas fue Cónsul de Ecuador en Roma y Cónsul de Nicaragua en Madrid.

En plena gloria literaria recorrió varios países de América dando conferencias. Instalado en Barcelona, murió en la ciudad condal tempranamente joven para la época.

La producción literaria de Vargas Vila llegó a ser extensa. Se le atribuyen 68 libros entre novelas, cuentos, arte, ensayos, literatura, biografías, filosofía, poesía, pensamiento e historia política. La editorial Ramón Sopena publicó en 1921 sus Obras Completas.

Entre las muchas novelas que escribió destacan Ibis, Lirio rojo, Flor de fango y María Magdalena.

Soy contrario al vacío que en su época le hicieron los escritores colombianos muy conocidos como Ugo Gallo, René Bazín, Valbuena Briones y Sanín Cano, quien siquiera lo cita en su libro Letras colombianas.

Autores que escribieron de Vargas Vila en varios idiomas destacaron lo que ellos creían Fobia antifeminista, al pensar que en sus novelas Vargas Vila fustigaba a las mujeres. Y no es totalmente cierto. Si alguna vez acusa a la mujer de ingrata, no es motivo para condenarlo por ello en una producción novelística tan amplia. Todo el que escribe lo ha hecho en alguna ocasión.

Es verdad que en sus escritos da muestras de un temperamento rebelde que clavaba cuchillos a quien lo merecía, pero Vargas Vila fue un autor de raíz romántica, de formación modernista que supo dar un gran impulso a la literatura hispanoamericana.

El poeta mexicano Amado Nervo en El bachiller, y el colombiano Vargas Vila en El huerto del silencio, coinciden en el rechazo de la religión católica. En el caso de Vargas Vila existe un marcado desdén por la institución eclesiástica a la que consideraba “una de las peores enemigas que obstaculizaban el progreso de las clases populares en los países latinoamericanos”.

Si hemos de creer a una biógrafa de su vida y de su obra, María Isabel Arango, Vargas Vila habría venido al mundo como hijo de un cura y de una monja. Esto justificaría su rechazo y condena de la religión, tema de casi todos sus libros.

En El bachiller, Octavio se declara antirreligioso y recrimina a Dios.

El protagonista de El huerto del silencio da motivo a Vargas Vila para extenderse sobre la lepra y los leprosos en el Antiguo y Nuevo Testamento. Los curas en los libros de Vargas Vila son seres descreídos y atormentados. Jorge García Robles destaca esta declaración de Vargas Vila: “Decís que mis libros son hechos contra Dios y contra la religión y tenéis razón”.

Donde el espíritu antirreligioso y antibíblico de Vargas Vila llega a la blasfemia es en su novela María Magdalena. Cuando escribí mi libro María Magdalena en la literatura traté de la novela y de su autor. Para Vargas Vila, Judas traicionó a Cristo por creerle enamorado de la Magdalena, mujer que él deseaba.

Ni la religión ni Dios forman parte de las creencias de Vargas Vila“La única religión posible –escribe– es no tener ninguna; cambiar de religión es cambiar de esclavitud, trocar una mentira por otra”. En otro lugar añade: “La fe ha levantado hogueras; toda fe es una tiranía y todo creyente es un esclavo”. Las citas anteriores son del mencionado Jorge García Robles en su trabajo Vargas Vila, el gran ninguneado.

Respecto a Dios, el ateísmo de Vargas Vila se evidencia en términos absolutos. No cree en Él, sino que descree: “Entre Dios y el hombre no se sabe cuál encierra mayor cantidad de absurdo”, escribe en Pensamientos, donde añade: “Dios no me expulsó a mí del cielo, yo expulsé a Dios de mis cielos interiores; y en eso fui más grande que Satán”. En los mismos Pensamientos, publicados en cuadernos entre 1918 y 1933, escribe: “Dios no es nada; Dios no es adorable, sino porque es una Mentira; y la Mentira es el único rasgo de Divinidad que existe en la tierra”.

Repudio al Vargas Vila ateo, pero admiro al escritor y protesto contra Domingo Ródenas por no incluirlo en su libro de 677 páginas 100 escritores del siglo XX. El célebre escritor y crítico literario español Fernando Lázaro Carreter dice que Vargas Vila “atacó con virulencia al clero, al imperialismo yanqui y a los dictadores hispanoamericanos”.

En opinión de Consuelo Triviño Anzola, “hay escritores a los que la posteridad ha tratado injustamente, como si la sola mención de su nombre suscitara un instinto de rechazo. Esto ha ocurrido con José María Vargas Vila”.

 

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Artículos anteriores de esta serie sobre "Grandes escritores hispanoamericanos".

1.- El ‘boom’ literario hispanoamericano

2.- Miguel Ángel Asturias, el gran escritor de Guatemala

3.- La obsesión religiosa de Jorge Luis Borges

4.- ¿Creía en Dios Rubén Darío?

5.- Carlos Fuentes y el Dios de Nietzsche

6.- Dios existe en el Macondo de García Márquez

7.- José Martí, defensor de la Biblia

8.- Gabriela Mistral, poeta de Dios y de la tierra

9.- La sed espiritual de Pablo Neruda

10.- Jesús, el buen samaritano de Amado Nervo

11.- La Biblia en la poesía de Enriqueta Ochoa

12.- Octavio Paz, buscador del Eterno

13.- El Dios de Juan de Dios Peza

14.- Leopoldo Lugones, enemigo de Dios

15.- Bryce Echenique, el ‘santo ateo’

16.- El dios, con minúscula, de Álvaro Mutis

17.- Mario Benedetti, ausente de Dios

18.- César Vallejo, con el dolor humano, pero sin Dios

19.- Blanca Varela, una peruana peleada con Dios

20.- Nicanor Parra, con Dios en sus poemas

21.- Ernesto Sábato, ‘anarquista cristiano, como lo fue Cristo’

22.- Julio Cortázar: agnóstico racionalista, pero no ateo

23.- Rómulo Gallegos, venezolano con Dios siempre presente

24.- Vargas Vila, ateo absoluto

Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - Enfoque - Vargas Vila, ateo absoluto