Carta abierta al usurpador Nicolás Maduro

No soy la voz oficial de la Iglesia Evangélica, pero represento decenas de líderes que no pueden hablar porque serían arrestados, y torturados por los violadores de DD.HH. que desgobiernan Venezuela.

17 DE MAYO DE 2023 · 08:00

Álvaro Serrano, Unsplash,carta pluma, escribir carta
Álvaro Serrano, Unsplash

Saludos amado hermano Fílos.

Me alegra mucho poder escribirte para dar respuesta a tu inquietud acerca del silencio de muchos líderes cristianos venezolanos respecto al abuso, las mentiras y perversas intenciones de Nicolás Maduro para con la Iglesia Evangélica venezolana.

Mi demora al respecto se debe a que viviendo en el exilio no me es tan fácil hacer juicio de valor ante este atropello y burla gubernamental; pero luego se consultar a decenas de pastores, comunicadores y líderes cristianos que viven en Venezuela, es que puedo dar una respuesta consensuada al tirano Maduro, aprovechando las ventajas de vivir fuera del país lejos de sus garras.

No pretendo ser la voz oficial de la Iglesia Evangélica, Filos querido -el Señor me guarde-, pero sí responderé en nombre de esas decenas de líderes que no lo pueden hacer porque de inmediato serían arrestados, desaparecidos y torturados por estos violadores a los derechos humanos que desgobiernan a Venezuela.

Por amor a ustedes que están en Venezuela no callaré. Aquí va mi carta abierta.

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Sr. Nicolás Maduro Moros, usurpador de la presidencia de la República de Venezuela, esta es la verdadera respuesta de la inmensa mayoría de la Iglesia Evangélica a sus perversas intenciones:

Solo un minúsculo grupo de desubicados líderes evangélicos apoyan su ideología política y su ignominioso gobierno, porque desconocen lo que la Biblia dice al respecto de la ideología socialista-comunista; sepa y entienda que ellos no representan ni siquiera a las congregaciones que pastorean, porque su feligresía no respalda su disparatado apoyo hacia usted y su diabólico gobierno.

Entiéndalo de una vez por todas, los pastores que han recibido prebendas de ustedes en su mayoría no los apoyan ni votarán jamás por usted ni su partido político, aunque han decidido tomar del anatema e introducirlo en sus congregaciones -de lo cual darán cuenta a Dios muy pronto-no están de acuerdo con ustedes, porque los pastores no son dueños de las iglesias, sino Cristo, y su feligresía sigue pasando penurias y necesidades por causa de su perverso e inmisericorde gobierno que está acabando con lo poco que queda de Venezuela.

Los evangélicos nunca nos prestaremos a ser usados por usted, Sr. Maduro, como un comodín religioso, por causa de que la Iglesia Católica Romana sí le ha sabido decir sus verdades en la cara y ahora nos busca para darle celos a ellos. No aceptamos ser usados ni tratados como a la ramera que le pagan por sus favores; como le dijo el apóstol Pedro a Simón el mago, se lo repetimos a usted: “perezcas tú y tu dinero, porque piensas que la Iglesia del Señor se puede comprar”.

Sabemos bien que ese censo que andan haciendo por las iglesias tiene como fin justificar mañana el fraude electoral que piensa consumar el próximo año, pues seguramente dirán: «¡Ganamos porque los evangélicos que son el 23 % de la población votaron por mi!», cuando ustedes tienen más de 20 años ‘ganando’ fraudulentamente las elecciones gracias al CNE que es un ala del Psuv, nosotros sabemos bien que todas esas elecciones de Chávez para acá las han perdido todas. Los retamos a que cuenten los votos sin las maquinitas manipuladas de Smartmatic para que así salga a la luz la arrolladora pérdida electoral que sufrirían.

De nada vale que algunos gobernadores, alcaldes y su corrupto hijo Nicolasito usen la jerga evangélica durante los eventos que montan, los evangélicos venezolanos estamos claros de quienes son ustedes, a nosotros no nos pueden engañar con sus vacíos discursos religiosos; como todos los demás compatriotas sabemos que ustedes manejan un narcoestado, que se están robando el petróleo, oro y demás minerales con que Dios bendijo a esta nación para engordar sus cuentas en los paraísos fiscales, mientras el pueblo perece de hambre, los hospitales están destruidos y sin insumos médicos, y la educación está por los suelos.

Sepa usted que la Iglesia Evangélica está orando para que Dios los sigan desenmascarando, porque esa supuesta guerra contra la corrupción es una farsa más, ya que el principal corrupto de Venezuela es usted, Sr. Maduro, su esposa Cilia, su hijito y todo su podrido gobierno. Estamos clamando a Dios para que la CPI termine de venir por usted y sus adláteres; para que todas las maldiciones y pactos que ustedes han hecho con sus socios los cubanos a través de la brujería y la santería para mantenerse en el poder se vuelva contra ustedes. Oramos para que la justicia divina sea implacable y termine de caer este oprobioso y corrupto gobierno.

Apoyamos los pronunciamientos que han hecho organizaciones serias de la Iglesia Evangélica en Venezuela marcando distancia de usted y su malévolo gobierno. Aplaudimos las declaraciones que acaba de dar el presidente de Marcha Para Jesús en Venezuela, señalando que esta magna actividad no se vende a sus oscuras pretensiones, que no han recibido ni recibirán un centavo de su gobierno.

En Venezuela hay un gran remanente fiel a Dios que no ha doblado ‘rodilla en tierra’ ante usted, Sr. Maduro, y su régimen totalitario y violador de los derechos humanos, al extremo de tener a pastores y cristianos inocentes presos y siendo torturados injustamente; que el Señor le juzgue y le dé la cosecha que se merece conforme a su malvado proceder. Los evangélicos deploramos que mantenga y siga torturando a los presos de conciencia en sus infernales calabozos. ¡Suelte ya a los presos políticos! Porque todo lo que ustedes siembren eso lo cosecharán, dice la Biblia.

A nosotros no nos engaña, Sr. Maduro, «la Iglesia del Dios vivo, es columna y fundamento de la verdad»; no les tenemos miedo, sabemos y estamos advertidos por el Espíritu Santo que muy pronto el pueblo evangélico será puesto contra la pared por este oprobioso régimen comunista que ustedes lideran, en una encarnizada persecución que nunca se ha dado en Venezuela contra el pacífico pueblo cristiano, ni en los regímenes de Gómez y Pérez Jiménez; porque ustedes muy pronto superarán todo nivel de maldad visto en nuestro país, pero la Iglesia de Cristo saldrá fortalecida y nacerá un avivamiento espiritual cual nunca antes se ha visto, y nuestra nación será conocida mundialmente como la REPÚBLICA CRISTIANA DE VENEZUELA.

Mientras que de ustedes se sabrá por la prensa mundial: ‘el ignominioso régimen socialistoide del chavismo cayó, muchos de sus líderes han sido ajusticiados por el enardecido pueblo que finalmente despertó y los demás líderes chavistas están presos en Venezuela y en varios países donde los solicitan por sus crímenes de lesa humanidad, por narcotraficantes y por sus corruptos negocios de lavado de capitales’. Por eso estamos orando y ayunando desde hace tiempo, Sr. Nicolás Maduro.

Así como Dios cortó a Hugo Chávez por maldecir al pueblo de Dios, Israel; hará lo propio con usted, Nicolás Maduro, por tratar de manipular, engañar y abusar de su poder con la Iglesia del Señor, porque Dios no acepta que nadie se meta con la niña de sus ojos, con la amada Novia de su Hijo Jesús. Como te lo dijo el profeta Rafael Ramírez recientemente: «Maduro, te metiste con quien no debías meterte, con la Iglesia de Jesucristo». Esa será la causa de tu segura y muy pronta caída.

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Esto es, grosso modo, la opinión que he recogido desde el exilio de la mayoría de los pastores y líderes que están en Venezuela y con quien mantengo una larga amistad, querido Fílos. Espero que le quede claro a Maduro y a sus camaradas, porque yo sé que como a mis anteriores epístolas, esta también la leerán.

Me despido con el abrazo de siempre, amado Fílos, hazlo extensivo a tu familia. Pronto regresaré a Venezuela, con el favor de Dios, porque la caída de Maduro y el chavismo está a la vuelta de la esquina; en el nombre de Jesús, amén y amén.

Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - Epístola de Isacar - Carta abierta al usurpador Nicolás Maduro