Seir Contreras y los pastores maduristas

Saludos Fílos, mi respetado hermano.

He estado meditando mucho en lo sucedido con mi colega, paisano y hermano en la fe, Seir Contreras, que por su valentía el pasado martes 22 de agosto protagonizó un duro debate con el diputado oficialista Ramón Magallanes durante su programa de televisión ‘Primera Página’ de Globovisión, cuestión que lo llevó a ser despedido, porque hablar desde ese canal la verdad que no tolera el gobierno, es algo imperdonable, pero heroico.

¿Sabes qué me llamó más la atención de Seir?, además de su valentía y plena confianza en el Señor, las cosas que viene diciendo desde el día siguiente de su despido, las cuales certifico y avalo plenamente como colega periodista suyo.

Mira que decir que cree “estar muy conectado con la realidad del país, con lo que vivimos los venezolanos, de alguna manera me saca de mis casillas que el diputado haya intentado vincularme con grupos políticos específicos”; es que quien disiente inmediatamente es tildado de ‘apátrida’, de ‘opositor’, de ‘enemigo del gobierno’ y ‘de Venezuela’; porque en nuestro país parece que necesariamente hay que estar de acuerdo con el régimen chavista y hacerse cómplice con el silencio.

El propio Seir Contreras le ratificó a la periodista Carla Angola, y no lo negó, que él venía de las filas del chavismo desde muy joven, porque eso es lo que él conoció desde que tiene uso de razón; pero que había “abierto los ojos” y que sus convicciones y fe no le permitían ya seguir callando la verdad de este corrupto régimen, que es lo que finalmente lo llevó al despido.

Lo otro me que llamó la atención, amado Fílos, es lo que dijo respecto a su último entrevistado en ese canal comprado con dinero manchado de sangre: “intentó burlar mi inteligencia o mi criterio personal y me pareció que debía fijar mi posición sobre el tema. Uno está conectado con la realidad, a diferencia de los políticos, que creen que las cosas están bien cuando no lo están. Uno escucha a la gente, recibe las denuncias y las quejas”.

Es que hay que ser un enajenado para pretender tapar el sol con un dedo, cuando la verdad está esculpida en cada calle de todas las ciudades y poblaciones venezolanas. Un enajenado (‘persona que se vende, se dona o se cede a otra persona’, por si no lo sabían) como la inmensa mayoría de los pastores afines al régimen que tienen en Maduro al “presidente sempiternamente ungido desde el cielo”, aquellos que han vendido su testimonio y silenciado su voz profética ‘por un plato de algarrobas’ (como lo expresa el profeta José Ángel Hernández).

Seir Contreras padece los mismos males que el resto de la población, él sabe muy bien, porque lo dijo valientemente por televisión, que este régimen lo que ha hecho es ‘desaparecer’ el dinero de todos los venezolanos; de hecho, Fílos, en la calle la gente se lo denuncia porque han visto en él al portavoz que no calla las injusticias, como valientemente no las calló, no sólo en ese último programa, sino en muchos anteriores.

Mientras tanto, hermano mío, para vergüenza nuestra, los pastores maduristas, a pesar de tener a ese mismo sufrido pueblo en las bancas de sus congregaciones y verles la cara cada semana, no hablan, no denuncian, son convidados de piedra ante un régimen violador de los derechos humanos, corrupto, narcotraficante e incapaz.

En vez de eso, escuchan sus mentiras, las aplauden y miran hacia el otro lado por causa de unas dádivas, que al final más parece un soborno que una ayuda gubernamental.

Mientras que un joven periodista humilde que depende de su salario, pero que no teme quedarse sin él, porque confía en el eterno Dios protector y proveedor, le ha callado la boca a los ‘ministros’ cristianos que por un bozal de arepa (‘dádiva para sobornar’, para quienes me leen del resto del mundo) son cómplices por cohecho de este perverso régimen socialista al callar ante todas sus atrocidades.

Seir Contreras, como Noé en su tiempo condenó al mundo por su fe (Hebreos 11:7), está condenando la actitud sumisa de los pastores que están recibiendo recursos manchados de sangre del régimen para financiar sus conciertos, actividades de calle, equipar sus templos Made in China y hasta recibir el vergonzoso, por miserable, ‘Bono del buen pastor’. Definitivamente, son unos “pastores algarroberos”.

Mientras que Seir Contreras está haciendo tesoros y galardones en el cielo por su valiente actitud contra la impiedad gubernamental, quienes se suponen son los ‘atalayas de Venezuela’ callan ante la infamia, el robo, la tropelía, el narcotráfico y las injusticias sociales, y todo por un ‘plato de lentejas’ con gorgojos (porque así las vende a bajo precio el régimen en las humillantes ‘bolsas del Clap’).

Finalmente, tanto Seir Contreras como los pastores maduristas o pro-régimen, comparecerán ante el tribunal de Cristo; pero sólo imagínate, apreciado Fílos, lo que le dirá el Señor al valiente periodista y qué le dirá a los cómplices de la barbarie socialista. ¡Sólo imagínatelo!

Te regalo esta porción bíblica, mi amado hermano, muy pertinente para concluir esta epístola:

Las palabras de los sabios son como aguijones; y como clavos hincados son las de los maestros de las congregaciones, dadas por un Pastor... El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre. Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala (Eclesiastés 12:11,13-14).

La pregunta aquí es: ¿quién debería ser el sabio de nuestra misiva de hoy, Seir Contreras o los pastores y maestros de las congregaciones en cuestión?

Espero que Seir no tenga que salir de Venezuela porque amenacen su integridad física, como me tocó a mí hacerlo un infausto día, porque la vida en el exilio es muy dura, mi dilecto y siempre atento hermano Fílos.

¡La paz de Cristo sea contigo y tu familia!, quien te ama y respeta, desde el exilio...