Maduro cumplió su promesa de ‘ganar por las malas’

Las dos promesas que este tirano ha cumplido son ‘ganar por las buenas o las malas’ y dar ‘un baño de sangre’ si perdía.

30 DE JULIO DE 2024 · 08:00

David Peterson, Pixabay,bandera venezuela, muro venezuela
David Peterson, Pixabay

Después de más de un año persiguiendo y haciéndole la vida imposible a la líder política María Corina Machado que muy a pesar de haber ganado las primarias de la oposición en 2023, la inhabilitaron políticamente de manera ilegal, por lo que tuvo que ceder su lugar a la profesora Corina Yoris, a quien el Consejo Nacional Electoral (CNE) tampoco le permitió inscribirse como candidata por la unidad opositora; finalmente decidió volcar todo su apoyo al Dr. Edmundo González Urrutia, quien ya había formalizado su inscripción para optar a la presidencia de la República de Venezuela, con la tarjeta de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD).

A partir de ese momento, los últimos meses de Machado se convirtieron literalmente en una pesadilla debido al permanente acoso, hostigamiento y hasta intento de asesinato de esta aguerrida venezolana, quien recorrió el país de punta a punta haciendo campaña en favor de González Urrutia hasta el jueves 25 de julio cuando se cerró oficialmente la campaña electoral.

Durante un buen tiempo atrás, tanto Diosdado Cabello, el ministro de la Defensa, General de División Vladimir Padrino López; entre otros dirigentes del régimen venezolano venían amenazando con no entregar el poder si perdían, bajo el perverso estribillo «¡no volverán!», repetido cientos de veces por el difunto Hugo Chávez Frías, en alusión a que la oposición nunca más volvería a gobernar Venezuela.

Haciendo honor a tan malévola frase, el no menos malévolo dictador Nicolás Maduro Moros, repitió en varias ocasiones que la oposición no volvería a Miraflores «ni por las buenas ni por las malas»; es así como el pasado domingo 28 de julio se hizo del poder «por las malas» ante uno de los robos electorales más escandalosos no sólo en Venezuela, sino en el mundo democrático; y si le llegaban a ganar amenazó con «un baño de sangre» a Venezuela.

Pues bien, la primera promesa ya la cumplió, cuando el abyecto presidente del CNE anunció, pasadas las 12 de la madrugada del lunes 29, las manipuladas cifras: Nicolás Maduro 51,2 % y Edmundo González 44,2 %; cifras dadas sin antes concluir la revisión de las actas tras la suspensión en las transmisiones de las mismas.

Vale recalcar que, de manera absurda e injustificada, en horas de la tarde del domingo no le permitieron la entrada al CNE a los tres testigos principales del candidato González Urrutia, así como hubo muchísimas irregularidades en cientos de mesas electorales a lo largo del país, entre muchas denuncias de dilación y entorpecimiento para la instalación de los centros electorales, y en otras hubo instalación antes de la hora por parte de los testigos de mesa oficialistas.

Esta grosera incoherencia numérica con la realidad de las encuestas a boca de urna y con las actas que poseía la oposición originó el inmediato reclamo por parte del liderazgo de la oposición encabezado por Machado y Edmundo González; sumado a los llamados de atención que varios presidentes de países quienes de inmediato se pronunciaron en contra de los fraudulentos resultados dados por el ente comicial.

A pesar de todas las irregularidades que sería muy largo enumerarlas, de las cuales la población y muchos observadores internacionales se dieron cuenta, el gallardo pueblo venezolano, siempre amante de la democracia y resentido por el accionar corrupto y hambreador de un régimen que se adueñó del poder durante 25 años manipulando los diferentes poderes nacionales, acabó con la economía y las riquezas de la nación y es el culpable de la dolorosa ola migratoria de ocho millones de venezolanos, el pueblo soportó todo un largo día para expresarse pacíficamente mediante el voto y decirle a la tiranía: tus días se terminaron en Venezuela.

 

Las malas matemáticas del CNE

  • Antes de ralentizar la transmisión de datos y cantar el megafraude, un funcionario leal al pueblo divulgó las siguientes cifras:
  • Registro Electoral: 21.620.705
  • Mesas de votación: 30.026
  • Registro electoral aproximado presente en Venezuela: 14.000.000
  • DATOS BASE DEL EXIT POLL
  • Tamaño de la muestra auditada: 6.704 mesas (22,33 %)
  • Participación del registro electoral 13.300.060 (61,52 %)
  • VOTOS POR CANDIDATO
  • Edmundo González 8.320.700 (62,56 %)
  • Nicolás Maduro 4.100.050 (30,83 %)
  • Otros candidatos 617.650 (4,64 %).

Maduro cumplió su promesa de ‘ganar por las malas’

¿Cómo puede el CNE proclamar a un presidente electo, cuando faltaban más de 2.300.000 votos sin escrutar, sólo con un boletín previo lleno de errores, sin ninguna explicación por estado, sin dar más boletines, con la página del CNE caída, nadie podía verificar nada, a sabiendas que las elecciones habían sido impugnadas? 

Es un fraude monumental que no soporta ninguna auditoría. Ya que la oposición ganó con un 70 % de los votos, sin contar con los cinco millones de votos del extranjero, a quienes no les permitieron votar en este proceso. 

Ante estas incoherencias numéricas estallaron las redes sociales con las absurdas cifras que apresuradamente emitió el CNE para dar por ganador a quien ya venía ejerciendo ilegítimamente la presidencia desde mayo de 2018. Uno de los tuits más contundentes fue el del ex alcalde Mayor de Caracas por el partido de Chávez y ahora enemigo de Maduro, Juan Barreto, quien ofreció las siguientes disparatadas cifras:

Maduro cumplió su promesa de ‘ganar por las malas’

 

Los otros candidatos

Los otros aspirantes a la presidencia, quienes se repartieron los casi 5 % de los votos restantes, todos, absolutamente todos eran «opositores» emparentados con el régimen; es decir, una falsa oposición. Entre los cuales destaca el pastor Javier Bertucci, por el partido El Cambio, quien obtuvo aproximadamente un 1 %, luego de que en la fraudulenta contienda presidencial de 2018 había obtenido 1.100.000 votos.

Significa que el gran perdedor tras Maduro fue Javier Bertucci, quien en 6 años perdió las simpatías de casi un millón de votantes; mientras la Iglesia Evangélica crece indetenible en Venezuela, él pierde electores. Su caso es digno de un análisis aparte por contrastar con el gran porcentaje de población venezolana que se confiesa cristiana nacida de nuevo. Evidentemente que la suya es una pobre carrera política.

Maduro cumplió su promesa de ‘ganar por las malas’

 

Las verdaderas cifras: arrasó Edmundo González

La tarde del lunes 29, a eso de las 6:30 p.m., María Corina Machado y el legítimo presidente electo, Edmundo González, dieron una conferencia de prensa donde presentaron las verdaderas cifras con las que el ex diplomático ganó legítimamente la presidencia de la República.

La líder de la oposición afirmó que «han procesado el 73 % de las actas2 que también poseen «gracias a todos los valientes testigos de mesa que se quedaron hasta última hora y recopilaron y enviaron a Caracas las actas de cada mesa electoral», las cuales dan ganador a González Urrutia con 6.274.182 votos, mientras que Nicolás Maduro obtuvo 2.759.256 votos, dando al traste con las fraudulentas cifras ofrecidas por el CNE a medianoche; y la tendencia del 27 % restante de las actas por totalizar deben mantener la misma progresión.

 

Las calles se calentaron

Para el momento en que se escribe este reportaje en Venezuela van 6 muertos y decenas de heridos por bala, debido a que el pueblo no tolerará un nuevo fraude, ya que la población sabe muy bien que el chavismo sólo ganó la primera elección de diciembre de 1998, las demás las ha robado a través del sistema automatizado, mismo que se ha usado en diferentes países para arrebatarle la presidencia a candidatos ganadores como Donald Trump y Jair Bolsonaro.

Desde tempranas horas de la mañana el pueblo venezolano tomó las calles y avenidas de muchas ciudades del país para reclamar el descarado robo electoral del que había sido objeto nuevamente el país, y con el transcurrir de las horas la gente indignada se fue sumando amenazante, aunque desarmada y pacíficamente, ante los amenazantes cuerpos de seguridad leales al régimen y los colectivos asesinos armados en sus motocicletas, quienes hicieron acto de presencia para tratar de dispersar con violencia y a tiros a la indefensa población que sólo clama por justicia y por cuentas claras al CNE, pues todos en Venezuela saben que Edmundo González Urrutia arrasó en las elecciones del domingo.

En la mañana del lunes trascendió un audio donde el dictador Nicolás Maduro le giraba instrucciones a los cuerpos de seguridad y a sus asesinos a sueldo (los colectivos motorizados) para que salieran a reprimir al pueblo hasta hacerlos replegar y volver a sus casas, cumpliendo la segunda promesa de darle «un baño de sangre» al país.

Hasta ahora son las dos promesas que este tirano le ha cumplido al país, entre las ciento que le ha hecho en todos estos años y no las ha cumplido, salvo «ganar por las buenas o las malas» y darle «un baño de sangre» a los venezolanos si perdía; ya hoy mismo comenzó a bañar de sangre las calles del país y a menos que entregue el poder al legítimo ganador, el pueblo no volverá a sus casas y de seguro, él seguirá bañando de sangre a Venezuela.

 

Con lo que no cuenta Maduro y sus partidarios

Hay algo con lo que Nicolás Maduro no ha contado, y es con la intervención divina; el accionar de ese Dios del que tantas veces se ha burlado en sus tristes actos con los líderes evangélicos que ha comprado con sus corruptas dádivas, Él ha oído cada oración y clamor que la Iglesia de Cristo que no se ha vendido a su régimen corrupto y narcotraficante ha elevado al trono de la gracia, por lo que ya viene el oportuno socorro.

Lo que el liderazgo evangélico corrupto que le rodea nunca le ha dicho, hoy se lo decimos desde esta tribuna internacional: Dios le ha puesto fin a tu mandato y a tu régimen, en no muchos días los derribará y nunca más se hablará en Venezuela del socialismo del siglo XXI, ni de la oposición corrupta, y mucho menos de aquellos que ‘eran de nosotros, pero salieron de nosotros’ porque contaminaron el altar de Dios en Venezuela y avergonzaron el evangelio. Todos serán barridos y nunca más se volverá a oír de todos ustedes.

 

Así les dice Dios...

«No te impacientes a causa de los malhechores ni tengas envidia de los que hacen iniquidad.

Porque, como la hierba, pronto se secan, y se marchitan como el pasto verde...

Calla delante del SEÑOR y espera en él. No te alteres con motivo de los que prosperan en su camino, por el hombre que hace maldades.

Porque los malhechores serán destruidos, pero los que esperan en el SEÑOR heredarán la tierra.

Dentro de poco no quedará el impío. Contemplarás su lugar, y no aparecerá.

Pero los mansos heredarán la tierra y se deleitarán por la abundancia de paz.

El impío maquina contra el justo y cruje sus dientes contra él.

El Señor se reirá de él porque ve que viene su día.

Los impíos desenvainan la espada y tensan el arco para derribar al pobre y al necesitado, para matar a los de recto proceder.

Pero la espada de ellos entrará en su propio corazón, y su arco será roto...» (Salmo 37:1-15).

Seguiremos informando desde el exilio, hasta que Dios liberte a Venezuela y podamos volver sin ser amenazados de muerte. ¡Viva Venezuela libre!

Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - Epístola de Isacar - Maduro cumplió su promesa de ‘ganar por las malas’