‘Esos que trastornan el mundo’ llegaron a la Copa América

El pastor paraguayo Emilio Agüero Esgaib fue escogido para dirigir unas palabras y orar en la ceremonia inaugural de la Copa América EE.UU. 2024, uno de los eventos deportivos más importantes de nuestro continente; actividad realizada en el Mercedes-Benz Stadium, en Atlanta, Georgia, el pasado jueves 20 de junio.

En su participación Agüero Esgaib declaró: «El mensaje de Cristo sigue vigente hoy en día y Él nos llamó a la paz, la comprensión y el perdón». «Cree, porque para aquel que cree todo le es posible. Estas palabras nos alientan a no desanimarnos, a creer en grande, a creer que todo se puede y no hay barreras que nos impidan crecer. Cree que aún hay esperanza y que lo imposible es posible con una fe firme», agregó.

Luego, en su oración, el pastor Agüero Esgaib pidió a Dios por todas las naciones de América, por cada equipo y cada deportista, por todos los hinchas, dirigentes y familias del continente. «Que Dios los bendiga a todos», concluyó, ante un estruendoso amén.

Sus profundas e impactantes palabras la oyeron no sólo por los cerca de ochenta mil personas presentes en el estadio, sino a través de los diversos medios de comunicación (televisoras y redes sociales) alcanzando a millones de personas.

Todo estuvo bien hasta ese momento, salvo para un buen número de usuarios de las redes sociales quienes arremetieron de manera desconsiderada, ofensiva y hasta vulgar en contra del nuevo blanco de la intolerancia de las ideologías enemigas de Dios: el pastor Emilio Agüero Esgaib.

A Dios gracias que otros miles les respondieron en defensa del pastor paraguayo, quien no hizo nada más que dar palabras de esperanza, aliento y fe a toda la fanaticada presente y a quienes observaban a través de los medios, en un continente, por cierto, que se confiesa cristiano.

Pocos atacan y odian las abiertas manifestaciones del lobby LGBTIQ+ que últimamente tiene participación activa en diferentes torneos deportivos de talla mundial y que usan en parte de su vestuario de esos torneos su bandera multicolor.

Pocos atacan la participación injusta y perversa de los deportistas trans en eventos deportivos femeninos a pesar del ventajismo que les proporciona ser hombres disfrazados de ‘mujeres’.

Pocos critican la abierta inclinación hacia la depravación sexual del lobby LGBTIQ+ infiltrado en los organismos rectores de las diversas disciplinas deportivas del mundo para darle promoción a la inmoralidad sexual.

Algunas personas, incluyendo a medios vendidos a la élite globalista, señalaron que el Numeral 2, del Capítulo 16, del Código Único Disciplinario de la FIFA expone que “el empleo de gestos, palabras, objetos o cualquier otro medio para transmitir mensajes improcedentes en un evento deportivo, en particular, mensajes de naturaleza política, ideológica, religiosa u ofensiva” no está permitido.

Sin embargo, pocos criticaron la actitud silente de la FIFA el pasado Mundial de Fútbol Catar 2022, cuando la nación anfitriona IMPUSO sus tradiciones islámicas en un evento laico donde asisten miles de personas a disfrutar de esta justa cuatrienal, inclusive, bajo amenazas de prisión a los extranjeros que no acataran las normas de la religión musulmana.

Pero apenas sale un pastor invitado por los organizadores para orar y bendecir la Copa América de Fútbol, en un continente que reconoce que Jesucristo es Señor y Salvador de la humanidad, para que toda la artillería de los satanistas de la élite global, su lobby LGBTIQ+, ateos y otros especímenes enemigos del Dios verdadero, sea disparada a través de los medios de comunicación anticristianos y de las redes sociales contra un ministro y su inquebrantable fe en Cristo, el Rey de reyes y Señor de señores.

Toda esta vergonzosa y altisonante agresión cargada de odio e intolerancia, que viene inspirada por el propio Satanás, nos recuerda un episodio de alboroto acontecido en el primer siglo de nuestra era cristiana, en la ciudad de Tesalónica, contra el apóstol Pablo y su acompañante Silas, quienes...

«Después de pasar por Anfípolis y Apolonia, llegaron a Tesalónica, donde había una sinagoga judía. Pablo fue entonces a la sinagoga, como era su costumbre, y durante tres días de reposo debatió con ellos. Con base en las Escrituras, les aclaró y explicó que era necesario que Cristo padeciera y resucitara de los muertos. Les decía: “Jesús, a quien yo les anuncio, es el Cristo”. Algunos de ellos creyeron y se unieron a Pablo y a Silas, lo mismo que muchos griegos piadosos y numerosas mujeres nobles. Pero los judíos que no creyeron se llenaron de envidia, así que lograron reunir a una turba de vagos y maleantes, y comenzaron a alborotar la ciudad, y en su búsqueda de Pablo y Silas irrumpieron en la casa de Jasón, pues querían expulsarlos del pueblo. Como no los hallaron, llevaron a Jasón y a algunos hermanos ante las autoridades de la ciudad, mientras gritaban: “¡Esos que están trastornando el mundo entero, ya han llegado acá!”» (Hechos 17:1-6).

En la Copa América EE.UU. 2024, como antaño:

• El pastor Emilio Agüero Esgaib anunció acerca de Cristo.

• Miles de creyentes se le unieron en vivo y por las redes y medios, como con Pablo y Silas.

• Como aquellos ‘judíos incrédulos’ de entonces, los incrédulos de hoy llenos de envidia, odio e intolerancia quisieron usar los medios y redes para agredir cobardemente al pastor Agüero Esgaib.

• Estos nuevos ‘vagos y maleantes’ invisibles pretenden no sólo irrespetar a Dios, sino agredir a sus ministros que valientemente levantan el nombre del Señor en alto en una sociedad cada día más decadente y enemiga de Dios.

• Así como hicieron con Jasón, hoy irrumpen a través de las redes y medios de comunicación contra todos los que tenemos la misma fe y convicción del pastor Agüero Esgaib.

• Pero con lo que ellos no contaban es que «esos que están trastornando el mundo entero...», han llegado también a la Copa América de Fútbol.

¡Adelante pastor Emilio, siga usted cumpliendo con el sagrado ministerio de la Palabra de Dios!, que mayor es el que está con nosotros que el que está en el mundo enemigo del Señor. Nuestra más sincera muestra de admiración por su valentía ahora es que este mundo perdido oirá acerca de Aquel que nos amó tanto, que aun siendo Dios, vino a este mundo a predicar de su Reino y a morir por nosotros los pecadores en la cruz del Calvario.

Nosotros como usted, respetado consiervo, seguiremos glorificando el nombre de Jesucristo, nuestro Señor, Salvador y Rey. A Él sea la honra por los siglos de los siglos (y como todos gritaron ese día en el Mercedes-Benz Stadium al finalizar su oración, también digo): ¡amén!