Ley contra ‘terapias de conversión’ desataría ‘cacería de brujas’ en México

El proyecto de ley contra las llamadas “terapias de conversión” en México ha sido aprobado por las comisiones de Justicia, Diversidad y Salud de la Cámara de Diputados, lo que ha generado preocupación entre líderes pro-familia, quienes creen que esta ley podría desencadenar una cacería de brujas contra padres de familia y profesionales de la salud en el país.

La iniciativa busca realizar cambios en el Código Penal Federal y en la Ley General de Salud para prohibir estas terapias y criminalizar a quienes las promuevan. Las sanciones propuestas incluyen multas y penas de prisión para aquellos que realicen estas terapias, así como para los padres que lleven a sus hijos menores de edad a ellas.

Según el abogado Leonardo Brown, la aprobación del proyecto de ley solo depende de la votación general por el pleno de la Cámara de Diputados. Entre los cambios propuestos en la ley se encuentra la propuesta de una sanción de entre dos y seis años de cárcel y una multa que podría superar los 207 mil pesos mexicanos (aproximadamente 11.000 dólares) para quienes las autoridades consideren que promuevan ese tipo de terapias.

Además, si un tutor o padre de familia lleva a su hijo menor de edad a estas terapias, la pena se podría duplicar: la cárcel podría ser de cuatro a doce años y la multa sería de hasta 414.960 pesos mexicanos (casi 23.000 dólares).

En cuanto a la Ley General de Salud, el proyecto de ley propone que los profesionales de la salud, como médicos y psicólogos, que realicen este tipo de terapias, pueden ser suspendidos por uno o dos años. Si reinciden, podrían perder su registro, lo que les impediría trabajar nuevamente en su campo. Esto ha generado preocupación entre los profesionales de la salud, ya que se verían afectados por estas sanciones en caso de realizar estas terapias.

Marcial Padilla, director de la plataforma mexicana ConParticipación, expresó su preocupación por la aprobación de esta ley, ya que cree que se va a convertir en una cacería de brujas en contra de padres de familia y psicólogos. “Esta iniciativa incluye impedir que los padres de familia pudieran llevar a sus hijos menores de edad a terapia, por algún tipo de confusión sexual”, explica Padilla.

Esto ha generado preocupación entre los líderes pro-familia, quienes creen que los padres deben tener la libertad de buscar la ayuda que crean necesaria para sus hijos.