A través de sus redes sociales, el pastor evangélico Esdras Alonso González, de la congregación Alas de Águila-Ejército de Dios, denunció la quema y destrucción del hogar de una familia que habita en la comunidad Mitzitón, situada en el municipio de San Cristóbal de Las Casas.

El pastor aseguró que la causa de este incendio provocado fue que los propietarios de la vivienda han sido acusados por sus propios conciudadanos de haber querido construir un templo evangélico en el lugar.

Por si esto fuera poco, relata que a continuación el dueño de la vivienda fue además detenido cuando visitaba a un familiar que vive en la misma comunidad.

Esdras Alonso González pide la intervención de los distintos niveles de gobierno para evitar mayores daños.

La "Inquisición" de Mitzitón

La comunidad de Mitzitón, ubicada en el municipio de San Cristóbal de las Casas en el Estado de Chiapas, al sur de México cuenta con una población aproximada de 1.500 personas en su gran mayoría indígenas que profesan un tipo de catolicismo tradicional el cual mezcla la liturgia católica con celebraciones y creencias indígenas.

Sin embargo, viven en Mitzitón una cantidad de indígenas que han abandonado ese catolicismo tradicional y han abrazado la fe cristiana evangélica. Es ahí donde comienzan los problemas pues al negarse a participar en las celebraciones católicas los evangélicos sufren ataques, persecución y hasta han sido expulsados a la fuerza de sus casas y de sus tierras.

Los enfrentamientos entre católicos y evangélicos son de larga data, llegando a incluir el despliegue de armas de fuego, al punto de que tanto el ejército mexicano como la policía estatal y municipal han tenido que ingresar a la comunidad para controlar la situación.

Hace cerca de dos años los católicos incendiaron tres domicilios propiedad del pastor Alejando Jiménez y días después fue detenido, aunque 24 horas después obtuvo su libertad.

“Es difícil que los evangélicos regresen a sus casas en Mitzitón, porque muchos ya hicieron sus colonias en otros municipios, pero lo más importante es que los católicos han dicho que ya no quieren más problemas. Eso es una buena señal, es lo queremos, que ya basta de problemas entre hermanos indígenas”, señalaba en su día el pastor y abogado Esdras Alonso. Algo que acaba de romperse de nuevo