Sandy Cancino: en Cuba “la unidad no es una opción, es una necesidad”
Comunicador, productor audiovisual y activista por la vida y la familia habla, en exclusiva, con Evangélico Digital sobre la nueva Alianza Evangélica y la persecución en Cuba.
MIAMI · 13 DE AGOSTO DE 2019 · 19:00
Su amplia frente al estilo de Martí, anteojos negros y caminar pausado debajo del sol miamense revelan en Sandy Cancino a un hombre pensante y perspicaz, forjado en las necesidades y carencias de la Cuba actual. Hablamos con este valiente activista cristiano, provida y profamilia, en el contexto del congreso Expolit celebrado la semana pasada en el sur de la Florida.
Este nuevo viaje de Sandy desde Cuba a Miami tomó por sorpresa a quienes conocen las restricciones que el gobierno cubano ha impuesto últimamente a líderes cristianos de la isla. Él mismo se sorprende al afirmar que ha sido una de sus salidas menos complicadas del país.
Como buen cubano no le resulta difícil hablar. Por el contrario, se explaya en comentarios que, sin embargo, matiza cuidadosamente a sabiendas de que cualquier palabra o expresión empleada de manera incorrecta, podría ser usada en su contra por las autoridades.
Cancino es un hábil productor audiovisual y comunicador que ha incursionado en el liderazgo eclesiástico y el activismo en favor de la vida y la familia como parte de la Liga Evangélica de Cuba, una de las principales denominaciones cubanas. A raíz de este activismo ha sido blanco de múltiples interrogatorios y detenciones, así como amenazas y hasta burlas en redes sociales.
(Puede escuchar la entrevista completa más abajo)
- Javier Bolaños
Nos encontramos en Miami, Florida en el contexto de Expolit 2019 y conversamos con el colega, líder cubano, activista provida y profamilia de la isla, Sandy Cancino. ¿Qué tal Sandy?
- Sandy Cancino
Dios les bendiga, un saludo a todos los que nos leen. Aquí disfrutando de los momentos que nos permite el Señor de salir de nuestra nación de respirar nuevos aires, de compartir con gente bella.
- JB
Sandy además ha sido un colaborador de lo que es la nueva Alianza Evangélica Cubana de la que hemos venido informando en Evangélico Digital, dando seguimiento a todo lo que ha ocurrido. Sandy, ¿Cómo se gesta esta nueva Alianza Evangélica Cubana? ¿Por qué el liderazgo cubano ve la necesidad de crear una organización como ésta?
- SC
Desde hace mucho tiempo la Iglesia [en Cuba] se ha dado cuenta que necesita una representación de Iglesia con perspectiva de Reino. Intercambiar unos con otros, comparar visión juntos, tener representatividad, hacer frente a las nuevas leyes que se están estableciendo en nuestra nación que afectan a la Iglesia en sí.
Estos son algunos matices. Hay cosas más profundas para lo que indudablemente se necesita una alianza, se necesita una unidad a nivel institucional. En Cuba hay varios proyectos de unidad, pero esta es una unidad institucional. Es una unidad donde varios presidentes de obras legales - con reconocimiento jurídico - han decidido dejar las diferencias para proyectarse de una forma unánime en las necesidades y situaciones que se generan con respecto la Iglesia. No mirándose unos diferentes a otros, sino actuando en conjunto.
“La Iglesia unida tiene que proyectarse”.
Es algo incipiente, que viene gestándose desde hace mucho tiempo. Hay confusión con desde cuándo se está gestando. De una u otra forma, se ha gestado todo a raíz de la nueva Constitución. Desde antes ya había intenciones de elaborar esto y coyunturalmente por la misma presión del gobierno ellos [los líderes denominacionales] decidieron acelerar el proceso.
Sabemos que la nueva Constitución trae artículos que afectan a la vida, la familia, también quita derechos como el derecho a la objeción de conciencia. Hay un nuevo Código de Familia que va a estar estableciéndose muy pronto. Creo que eso, en cierta forma, ha sido la presión que han tenido para dar pasos que quizás se puedan ver acelerados para tener una voz para todo esto que se nos viene encima.
- JB
Nos comentas que desde hace tiempo se viene gestando la idea. Pero ya hace un par de meses que se da a conocer la noticia de que los líderes denominacionales están unidos, se están reuniendo y que está iniciando esta nueva Alianza Evangélica Cubana. ¿En qué situación está hoy en día esta iniciativa?
- SC
Ellos están teniendo reuniones periódicamente con el objetivo de ver cómo hacen todo el engranaje. Eso es importante, pero ahora hay un proceso también donde el Gobierno cubano está asediándolos constantemente.
La Alianza Evangélica no tiene un despegue. Y eso es lo que están evitando [el Gobierno], que tenga un despegue. Que pueda convocar a otras denominaciones. Que otras denominaciones puedan conocerla de primera mano, no a través de publicaciones. Todo ese proceso donde necesitan llegar a ellos, reunirlos, y expresar su posición y su visión, esa parte no ha llegado.
- JB
Cuéntanos más sobre esa presión que han tenido por parte del gobierno.
- SC
Desde antes ya tenían la presión. Desde el momento en que ellos en abril pudieron presentarse públicamente como una alianza. A partir de ese momento hubo un silencio, citaron [a declarar] a alguno que otro presidente [denominacional] a través de la seguridad de estado. Pero el momento ya cúlmine de esto fue cuando siendo invitados a un evento de libertad religiosa en Estados Unidos, en Washington, el gobierno decidió limitar la salida de varios pastores. A uno si lo dejó y a la mayoría no, siempre con una perspectiva - para mi criterio - que afecta como tal la credibilidad entre uno y otro, generando también desconfianza entre unos y otros.
“El Gobierno está asediándolos constantemente”.
Ya posteriormente al evento [en Washington], catalogado naturalmente por el gobierno cubano como contrarrevolucionario, nos enteramos de que la salida del país de estos pastores está siendo regulada. Entonces imagínese un presidente de obra con sus salidas del país siendo reguladas, eso es algo que genera incertidumbre en el trabajo y en la formación de la Alianza [Evangélica].
Yo me imagino que ellos ahora en agosto se reunirán nuevamente y podrán poner sobre la mesa todos los desafíos que tienen por delante. Creo que sería muy bueno que, en su perspectiva - y sé que eso es parte de su agenda - puedan crear los diferentes grupos de trabajo que les ayuden a gestar mucho mejor esta visión de la Alianza de Iglesias Evangélicas.
- JB
Sandy tú también has sido muy activo nivel de redes sociales sobre todo en cuanto a la defensa de la vida y la familia. Has estado usando las redes sociales, el Facebook y demás, como una herramienta a la mano para incluso en algunos casos denunciar, y para defender los valores y principios cristianos. Pero eso también te ha causado ataques. Cuéntanos sobre eso.
- SC
Desde que Dios me dio la oportunidad de dirigir junto a un grupo de hermanos “Poder para Transformar”, que fue una campaña evangelística a través de los medios, eso generó que yo pasara del anonimato a ser visible para las autoridades. De ese momento para acá, he tenido siempre el peso de su presencia tras de mí. Ya varias veces me han llamado a declarar, interrogatorios y demás.
Entonces, posteriormente a la campaña “Poder para Transformar” Dios nos dio la visión de aprovechar ese espacio que trajo un lindo trabajo interdenominacional, con amor entre pastores. Un espacio donde nadie habló en nombre de su denominación, sino que todos trabajamos en conjunto. Eso dejó una pauta para empezar a trabajar en el proyecto de unidad pastoral que es un proyecto que empodera a la pastoral de La Habana fundamentalmente.
“La unidad no es una opción, es una necesidad”.
Eso y diferentes actividades que posteriormente hemos hecho, también ha generado la activación de mi trabajo a través de los medios audiovisuales. Ser corresponsal [de noticias], también ha sido motivo para que la seguridad del estado en Cuba me llame “a juntar” como se dice allá.
Es un poco que me llaman a cuentas por todos los programas que organizamos. No creo que va a ser la única vez, de hecho, uno sale [de Cuba] a expensas de que, en un momento determinado, como me ha sucedido muchas veces, llega al aeropuerto y me detengan, me dejen horas y horas y horas ahí para hacerme un interrogatorio o simplemente para revisar todo lo mío.
- JB
Volviendo al tema de la Alianza Evangélica Cubana. ¿Cómo vislumbras el futuro de esta organización? ¿Cuáles son los pasos a seguir? ¿Qué deberían estar haciendo en el corto, mediano y largo plazo?
- SC
Yo no soy un portavoz de la Alianza, pero te puedo dar mi criterio. Yo creo que la unidad no es una opción, es una necesidad. Todo lo que se gesta en el espíritu tiene un proceso doloroso. Creo que ellos están en un proceso doloroso y naturalmente al nivel del rango donde ellos trabajan debe ser grande el dolor.
“Hay un espíritu de maldad que trata de satanizar a la Iglesia”.
Pero cuando se dé a luz, cuando se conforme, cuando se unan las partes que tienen que unirse, creo que va a ser una linda criatura. Y fundamentalmente, aunque quizás también las autoridades cubanas no lo vean así, va a ser para bendición de nuestra nación. La Iglesia no está llamada a confrontar a nadie, a generar problemas con nadie. El problema se genera cuando la Iglesia proclama su justicia, que es la de Dios, y en base a ella trabaja.
Por lo tanto, aunque el Evangelio es amor, el Señor mismo lo comunicó en diferentes partes, que traería disputa, “pondré enemistad entre padre e hijo”, así lo establece el Evangelio. Pero al final yo creo que la Alianza no es una opción, es una necesidad a nivel institucional.
Cada una de estas denominaciones son legales en nuestra nación, por lo tanto, creo que todo lo que necesitamos es ver cuáles son las estrategias que libramos para que prevalezcan, para que puedan prevalecer lealmente y para que puedan también prevalece socialmente, porque la Iglesia funciona a nivel de la sociedad.
- JB
En estos días nos hemos enterado también sobre la detención por lo menos durante un corto período de tiempo del colega Yoé Suárez, que al parecer estaba haciendo unas entrevistas o algo relacionado con su trabajo y fue detenido por las autoridades. Tú mencionaba hace un rato el caso de los líderes denominacionales a los que se les impidió salir del país a Washington a participar de este congreso. Sabemos del caso tuyo también, los ataques y la persecución que has tenido por tu trabajo en defensa de la vida y la familia. ¿Podríamos hablar de que ha habido un recrudecimiento de la presión contra el trabajo eclesiástico, ministerial, evangelístico, incluso cristiano en la isla?
- SC
Yo me convertí en el año 89 y siempre oía las historias del pasado crudo de la iglesia evangélica en los campos de concentración y siempre quedaba en mí como sólo historia.
Creo que hay un espíritu en nuestra nación, un espíritu de maldad, que está tratando de satanizar a la Iglesia, su papel social. Y por ahí está encaminándose una política muy perversa que creo que no va a tener ningún fruto favorable porque se están levantando contra Dios, y eso es muy peligroso. Para aquellos que lo ignoran es bueno que se les diga que es muy peligroso y que la Iglesia lo único que va a sacar de fruto de esto es una Iglesia unida, una Iglesia cohesionada, una Iglesia dispuesta a padecer.
Porque en los momentos difíciles, históricamente hablando, la Iglesia no cedió, al contrario, la Iglesia se unió y superó la persecución. Por lo tanto, creo que no muy estratégico lo que están haciendo, en este sentido.
- JB
Finalmente, ¿Cuál sería tu llamado a toda la gente que está atendiendo esta entrevista, sobre todo al pueblo cristiano de Iberoamérica?
- SC
Primeramente, que la Iglesia tiene que ser una. Estos son tiempos finales, así de claro, estos son tiempos finales. Jesús está a las puertas.
La Iglesia unida tiene que proyectarse en contra de todo este movimiento anticristiano que existe a nivel global, por lo tanto, no existe otra forma de prevalecer sino es unidos reclamando el derecho por la vida y la familia.
A través de ese mensaje de unidad, vamos a alcanzar a muchos porque así mismo lo dice Juan 17:21 “Padre, así como tú y yo somos uno que ellos sean uno para que el mundo crea”. La fórmula para que el mundo entienda que Jesucristo vino es que la Iglesia deje todas las diferencias, se una, y en una sola voz reclame sus derechos.
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