La Biblia y las nubes

La nube nos habla de la gloria de Dios. Por eso se ha dicho que “el cielo es su trono y la tierra el estrado de sus pies”.

20 DE ENERO DE 2022 · 08:00

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Tessa K, Pexels

En un día plenamente estival, mientras la canícula apretaba con su bochorno de calor, mientras me bañaba en el mar de Las Grutas, en el golfo “más azul del continente” observaba en el azul turquesa del cielo el desfile de las blancas nubes de formas caprichosas.

No pude evitar recordar el hermoso libro “Chico Carlos” de la gran poeta uruguaya Juan de Ibarourou el capítulo titulado “La mancha de humedad” donde la escritora imaginaba las figuras que suponía se formaban en la pared.

También, no podía ser de otra forma, comencé a ver en las mismas con gran imaginación: un cancerbero, dos hombrecitos, una rueda, y otras tantas figuras que las nubes formaban. Y me recordé muchas frases de la Biblia con ellas relacionadas. Y supe que tal vez así, en ese cielo maravilloso, será la Segunda Venida del Señor.

Me vino a la memoria un texto del evangelio de San Lucas 15-54 cuando Jesús hablando a la multitud que le seguía les dijo que “Cuando veáis la nube que sale del poniente, luego decís: agua viene, y así sucede”.

Al observar una nube blanca y majestuoso que parecía un trono me recordó a lo dicho por el profeta Nahum en su Capítulo 1, Versículo 3: “Jehová es tardo para la ira y grande en poder, y no tendrá por inocente al culpable. Jehová marcha en la tempestad y el torbellino, y las nubes son el polvo de sus pies”. Maravillosa frase que habla de la grandeza de nuestro Dios.

Literalmente en el libro de Job, (uno de los más antiguos de toda la Biblia según los teólogos) se alude en el Capítulo 26-8 donde el varón proclama la soberanía de Dios se expresa que “Él encubre la faz de su trono, y sobre él extiende su nube”,

Con frecuencia se puede decir que cuando se refiere a la nube se está nombrando a toda la bóveda del cielo.

En el libro de Génesis Capítulo 9 Versículo 14 está el primer pacto que realizó Dios con el hombre después del diluvio, una maravilla hasta el día de hoy y de una belleza incomparable: “Y sucederá –dice Jehová- que cuando haga venir nubes sobre la tierra, se dejará ver entonces mi arco en las nubes”.

En el Segundo Libro del profeta Samuel 22-10 se cuenta que “Dios abrió el cielo y bajó sobre una nube”.

La nube nos habla de la gloria de Dios que se asienta para gloria de todos los hombres. Por eso se ha dicho que “el cielo es su trono y la tierra el estrado de sus pies”.

Hay muchas más frases y menciones en toda la Biblia sobre las nubes. Verbigracia en el libro del profeta Ezequiel 10-3 dice “que los querubines estaban a la mano derecha de la casa cuando este varón entró y la nube llenaba el atrio de adentro”.

Y mientras me bañaba mirando las nubes recordé la frase tal vez más esperada por todos los cristianos sita en el libro de Apocalipsis 1-7: “He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí. Amen”.

Y nosotros esperamos el cumplimiento de esa promesa para gozar con Él por los siglos de los siglos.

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