‘La última cena’ con drag queens corona una fiesta de ideología de género en la inauguración de los JJ.OO. en París
Con ausencia total a cualquier referencia a los valores cristianos. Todo un contraste con la inauguración de la Copa América de fútbol 2024 que se inició con una oración y reflexión bíblica.
Agencias · PARÍS · 27 DE JULIO DE 2024 · 08:00
La inauguración de unos Juegos Olímpicos siempre es espectacular, y así fue también la celebrada este viernes 26 de julio en París a lo largo del río Sena. Junto a los típicos desfiles de atletas (esta vez en barcas) se quiso promover una “sociedad moderna y abierta, resaltando la inclusión y la diversidad”.
En este sentido, uno de los momentos que más llamó la atención en la ceremonia inaugural fue una representación versión Drag Queen de La última cena, de Leonardo da Vinci. El performance mostró en una gran mesa a varias personas pertenecientes al colectivo LGTBIQ+ con diferentes atuendos ubicados en la misma posición que el cuadro de Da Vinci. Se tituló “Festividad”, y participaron varias célebres ‘drag queens’, como Nicky Doll, Paloma o Piche.
¡Indignante! Para cerrar la inauguracion de los Juegos Olímpicos de Paris, representaron de manera profana, a drag queen en una referencia a La Última cena de Jesús.
— Carlo Martin (@Liberfach0) July 26, 2024
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Una “fiesta” de ideología de género
En contraste con la inauguración de la Copa América de fútbol 2024 (que se inició con una oración y reflexión bíblica, y que fue enormemente criticada), hubo -además de la mencionada performance de la obra de Da Vinci- una abrumadora presencia de la ideología de género en París a lo largo de todo el acto de inauguración.
Así, la diversidad sexual en la ceremonia estuvo presente en la participación de la DJ francesa Barbara Butch, militante feminista y lesbiana, mientras que varias modelos, entre ellas la mujer transgénero Raya Martigny, desfilaron luego con trajes diseñados por talentos emergentes de la moda.
Un poco antes, en una sección del cuadro “Libertad” se incluyó una sección del director artístico homosexual Thomas Jolly. Con el título de “Amores parisinos” la puesta en escena mostró “un París en el que el deseo se afirma y se expresa” promoviendo el erotismo flirteando con lo pornográfico. Al final de “una coreografía sensual y aérea que evoca cómo se genera el deseo”, interpretada por bailarines con atuendos con los colores arcoiris de la bandera LGBT+, se vio a dos hombres besándose y a un trío amoroso (¿poliamor?) encerrándose en una habitación.
También se presentaron esculturas de diez grandes mujeres francesas frente a la Asamblea Nacional, muchas de ellas sin duda con una gran labor y legado, pero con una evidente gran presencia de la ideología de género. Por supuesto, ninguna mujer con valores cristianos.
Así, estaban Gisèle Halimi, abogada e icono del feminismo en Francia que fue clave en la lucha a favor del aborto y de la ley que lo despenalizó en 1975 en Francia, junto con Simone Veil, que legalizó el aborto en Francia y presidente del primer Parlamento Europeo electo. También Simone de Beauvoir, la filósofa feminista que abrió las puertas a la ideología de género con su obra ‘El segundo sexo’.
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