Con una facturación anual de 194 mil millones de euros, Toyota es el segundo fabricante de automóviles del mundo. La empresa acaba de anunciar un giro de 180º en su política a favor de la agenda LGTBIQ+.  Ha informado a sus 380.000 empleados a través de un correo electrónico que el compromiso de la empresa con la ideología LGBTQ ha llegado a su fin.

Toyota había producido vehículos con banderas arcoíris, organizado entrenamientos de Diversidad, Igualdad e Inclusión (como el día del “Orgullo”) y financiado diversos eventos LGBTI (incluidos campamentos para niños). Incluso se había pronunciado en contra de leyes que prohíben los “cambios de género” en niños, apoyando en su lugar leyes que legalizan estos procedimientos.

No es la primera que lo hace. Otras grandes empresas ya se han desvinculado públicamente de causas de la agenda globalista, como Ford Motor, John Deere (el mayor vendedor de maquinaria agrícola del mundo), la famosa Harley-Davidson, Jack Daniel's, y la conocida empresa de bricolaje Lowe´s, entre otras.

Un cambio de 180º

El pasado mes de septiembre Akio Toyoda, director ejecutivo de Toyota, anunció que no será renovada la colaboración de diez años con el Comité Olímpico Internacional (COI), vigente desde 2015; esto coincidiendo con la performance de los JJOO de claro contenido LGTBI y anticristiano. Toyota justificó la decisión citando la “creciente politización” de los Juegos Olímpicos.

Con esto, el COI pierde a uno de sus mayores patrocinadores.

Por otro lado, no sólo dejarán de financiar los mencionados desfiles del “Orgullo” y otros como campamentos de verano LGBTI para niños, Toyota también dejará de participar en el Corporate Social Equality Index, un sistema de crédito social que premia el comportamiento político correcto y sanciona a quienes se desvían de él, según informa la plataforma NiUS.de.

La importancia de la presión de la sociedad civil

Un factor importante en esta decisión de Toyota ha sido la labor del activista anti-«woke» Robby Starbuck. Solo en X (antes Twitter), Starbuck tiene más de 650.000 seguidores que le informan sobre empresas que apoyan la agenda LGBTI y que difunden sus llamados. Se centra en empresas que tienden a tener clientes conservadores, quienes no desean que las empresas los confronten con temas políticos como el clima, el transgénero y la política de identidad.

Este tiempo pasado había revelado públicamente el apoyo de Toyota a la causa LGBTI, criticando a la empresa por descuidar a uno de sus grupos de clientes más importantes: las familias, que rara vez se interesan por estos temas. Starbuck instó a contactar con el servicio al cliente de Toyota.

Robby Starbuck ha influido en el cambio de políticas organizacionales de algunas empresas debido a las constantes denuncias sobre como los espacios laborales se han convertido en difusores ideológicos. "Hablamos de espectáculos de drag queens y de la promoción de todas las identidades sexuales imaginables, cosas que no encajaban en absoluto con su base de clientes", denunció una vez en sus plataformas digitales.

"Lo que queremos hacer con estas campañas es simplemente que los lugares de trabajo vuelvan a ser un lugar de trabajo, sin cuestiones políticas o sociales que dividan a la comunidad" recalcó Starbuck en una entrevista reciente.