Chile, donde los evangélicos son ‘canutos’

Chile es el único país de Hispanoamérica que ha contado con dos Premios Nobel de Literatura: Gabriela Mistral, “la poetisa de América” y Pablo Neruda

02 DE FEBRERO DE 2019 · 16:00

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Thomas Griggs, Unsplash (Isla de Pascua, Chile)

Chile ocupa un espacio de 756.102 kilómetros cuadrados en América del Sur. Limita con Perú, Bolivia y Argentina. A sus costas, de 6.435 kilómetros, llegan las aguas del océano Pacífico. La población, según el censo de 2017, es de 18 millones de habitantes.

Aún cuando el portugués Fernando de Magallanes y el español García Jofre de Loaisa pasaron antes por las costas chilenas, fue Diego de Almagro quien, partiendo de Cuzco, en Perú, entró en el actual territorio de Chile en 1536 antes que lo hicieran otros conquistadores.

Le siguió el extremeño Pedro de Valdivia, quien fundó la ciudad de Santiago en 1541 y fue nombrado primer gobernador de Chile.

En el siglo XVIII Chile conoció una época de paz y prosperidad que fue llamada “la edad de oro”. Entrado el siglo XIX el Ejército de los Andes, comandado por el general José de San Martín, liberó Chile del dominio español.

La independencia efectiva de España, declarada en 1818, fue definitivamente reconocida en 1844. Chile admite que en su lucha por la independencia jugó un importante papel el general O´Higgins, de ascendencia irlandesa, nombrado por San Martín director supremo del país. Después de la independencia Chile comenzó a expandir su territorio y a establecer sus fronteras. A esta altura del siglo XXI Chile es un país próspero, con calidad de vida, crecimiento económico y desarrollo humano.

 

Catolicismo en Chile

Con Pedro de Valdivia desembarcó en Chile su capellán, Rodrigo González Marmolejo. Pronto logró reunir a unos cien frailes procedentes de España que iniciaron la catolización del país.

Estos siguieron la misma táctica que adoptaron otros frailes en países conquistados en la América hispana: El bautismo forzoso o el exterminio de la población nativa, denunciada por Bartolomé de las Casas, a quien me he referido en otro lugar.

Durante un tiempo España suspendió el envío de sacerdotes. Sin embargo, el nuevo Estado reconoció al catolicismo como religión oficial, si bien en 1921 el presidente Arturo Alessandri decretó la separación entre la Iglesia y el Estado.

La Iglesia católica ha perdido mucha influencia en la sociedad debido a los supuestos abusos sexuales cometidos por religiosos. La Fiscalía chilena mantiene en estos momentos 126 causas abiertas por abusos sexuales contra menores. Yo, más antivaticanista que anticatólico, nunca me he alegrado de las condenas a sacerdotes. Considero que son tan víctimas como sus supuestas víctimas. Víctimas de años viviendo entre varones en los seminarios. Víctimas de ese injusto y antibíblico dogma del celibato, que prohíbe a un hombre tener una mujer a su lado.

 

Evangélicos en Chile

Uno de los sobrenombres dados los protes­tantes chilenos es el de “canutos”, un apelativo que sirve de homenaje a todos los herederos espirituales de Juan Bautista Canut de Bon.

Canut de Bón había llegado a Chile en el siglo XIX como jesuita, católico romano por tanto, luego converso por la lectura un Nuevo Testamento y la acción evangelizadora del misionero Robert MacLean. La vida de este valenciano y de su larga prole están ligadas al desarrollo del Evangelio en Chile hasta el punto de dar su apellido como sobrenombre a los evangélicos.

En los países hispanos de la América Central el protestantismo está creciendo rápidamente hasta llegar casi al cincuenta por ciento de la población, como es el caso de Guatemala.

Estadísticas de 2015 en Chile confirman que siete millones de personas se declaran antirreligiosas, identificándose como ateas, agnósticas o contrarias a la religión.

El catolicismo cuenta en el país con seis millones de seguidores nominales. Los protestantes suman dos millones. Hay 128.000 testigos de Jehová, 100.000 mormones y pequeñas comunidades de judíos, musulmanes, budistas y otros. Aún cuando existe una amplia libertad de culto, la Iglesia católica, al igual que en otros países hispanos, España incluida, sigue teniendo una relativa influencia en la sociedad y en los estamentos políticos.

 

Cultura chilena

Chile es el único país de Hispanoamérica que ha contado con dos Premios Nobel de Literatura: Gabriela Mistral, llamada “la poetisa de América” en 1945 y Pablo Neruda en 1971.

La gran trilogía de la poesía chilena estuvo formada por Gabriela Mistral (1889-1957), Vicente Huidobro (1893-1948) y Pablo Neruda (1904-1973). Poetas más cercanos en el tiempo son Miguel Arteche, Efraín Barquero, Armando Uribe y otros. Nicanor Parra, premio Nacional de Literatura en 1969 es autor de una poesía fuertemente política.

El apellido me lleva al recuerdo de la gran cantautora Violeta Parra, hermana de Nicanor, fallecida a los 49 años. Y puestos en la música forzoso es verter una lágrima en recuerdo de Víctor Jara, torturado y asesinado en 1973 cuando contaba sólo 40 años.

En el género narrativo han destacado Isabel Allende y Jorge Edwards, a quien España concedió el premio Miguel de Cervantes 1999. En teatro han sobresalido Isidora Aguirre y Jorge Letelier, cuya obra “La muerte y la doncella” ha sido el drama teatral chileno más representado internacionalmente. Entre los filósofos más conocidos cabe mencionar a Jorge Millas, Jorge Rivera, Roberto Torretti y su esposa Carla Cordua.

 

Un país que atrae

Tanto atrae el país sobre el que estoy escribiendo que desde la llegada masiva de inmigrantes alemanes en 1848 no ha parado el flujo migratorio. Además de muchos españoles, en el país han fijado su residencia austriacos, británicos, irlandeses, croatas, franceses, griegos, italianos, polacos, rusos, suizos y palestinos.

También han emigrado a Chile ciudadanos de Hispanoamérica: Perú, Colombia, Venezuela, Bolivia, Argentina, Cuba y Haití. Este conglomerado de nacionalidades ha estimulado el desarrollo del país en varios aspectos. Por otro lado 487.174 chilenos residen fuera según cifras de 2016.

Como adelanta el Banco Mundial, la economía chilena es internacionalmente reconocida como una de las más sólidas del continente. En los últimos años ha tenido un crecimiento importante y sostenido. Chile se ha convertido en plataforma de inversiones extranjeras para otros países de América Latina.

Muchas empresas han comenzado a instalar su sede en Santiago. El país tiene un mercado abierto al mundo. Sus principales socios comerciales son la Unión Europea, Estados Unidos, Corea del Sur y China. El Banco Mundial ha clasificado a Chile como un país de ingreso alto. Según el periodista Ramón Muñoz, “las empresas españolas destacan la solidez de Chile”.

En deporte Chile es un país puntero. En las zonas campesinas el rodeo es el principal deporte. A fines del siglo XIX los inmigrantes británicos llevaron el fútbol, considerado hoy el principal deporte del país. Ha participado en la Copa Mundial de Fútbol en nueve ocasiones. A nivel regional Chile ganó la Copa de América en 2015 y 2016. Los equipos chilenos han ganado trofeos internacionales en seis ocasiones, adjudicándose la Copa Libertadores, la Copa Interamericana y la Recopa Sudamericana.

El turismo se ha convertido en uno de los principales recursos económicos de Chile desde mediados de los años 1990. Según la Organización Mundial del Turismo el país es ahora el tercer destino turístico en América del Sur, sólo superado por Argentina y Brasil.

De Argentina recibe miles de visitantes cada año, pero el mayor número de turistas llega de Europa, principalmente de Alemania.

En Chile se encuentran seis bienes declarados Patrimonio Mundial Cultural y Natural de la Humanidad por la UNESCO, que son muy visitados por turistas europeos. Están también la isla de Pascua, Viña del Mar, Valparaíso, San Pedro de Atacama, Puerto Montt, Puerto Varas, Puerto Natales, Punta Arenas, los monumentos, museos y bibliotecas de la capital, la Patagonia chilena, tantos y tantos atractivos.

Así cantó a la noche andina mi admirada chilena Gabriela Mistral:

                        La noche de nuestra Patria

                        de estrellas acribillada

                        en cedazo a lo divino

                        está colando las almas.

                        Hierve así del esplendor

                       como una Escritura Santa.

                        ¿Por qué será que dormimos

                        cuando ella dice palabras

                        que el Día se desconoce

                        y que solo de ella bajan?

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