Rasgando el corazón ante Dios

“SÍGUEME! 21 días de ayuno con Jesús”. DÍA 2: PONIÉNDONOS A CUENTAS.

    08 DE ENERO DE 2019 · 10:00

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    Por eso pues, ahora, dice Yahwéh, convertíos a mí con todo vuestro corazón, con ayuno y lloro y lamento. 13 Rasgad vuestro corazón, y no vuestros vestidos, y convertíos a Yahwéh vuestro Dios; porque misericordioso es y clemente, tardo para la ira y grande en misericordia, y que se duele del castigo. 14 ¿Quién sabe si volverá y se arrepentirá y dejará bendición tras de él, esto es, ofrenda y libación para Yahwéh vuestro Dios? 15 Tocad trompeta en Sion, proclamad ayuno, convocad asamblea. 16 Reunid al pueblo, santificad la reunión, juntad a los ancianos, congregad a los niños y a los que maman, salga de su cámara el novio, y de su tálamo la novia (Joel 2:12-16).

     

    Devocional

    Un llamado al convertido a convertirse y al santo a santificarse. Esta vez, la trompeta no tiene sonido de fiesta, sino de lamento. Es la convocatoria al ayuno congregacional de uno que teme la llegada del mal. Como quien huele el humo del incendio o ve acercarse la tormenta en el horizonte, es el llamado del profeta Joel y de todos los que son como Joel tratando de proteger al pueblo de Dios del juicio de Dios.

    Rasgad vuestro corazón y no la pantomima de rasgar las ropas fingiendo religiosamente arrepentimiento. Y es que el corazón necesita rasgarse pues con tanta comodidad se ha vuelto duro.

    Rasgar el corazón es incomodar el alma, dolerse del pecado cometido, sufrir lo indecible por cambiar.

    ¿Quién sabe si volverá y se arrepentirá y dejará bendición tras de él? Quién sabe, la pregunta de la esperanza; de uno que no duda de la misericordia divina, sino de la ruina humana. Pero el ayuno puede hacer la diferencia entre ser perdonado y ser castigado.

    Es tiempo de ayuno, hasta la novia debe dejar su cámara nupcial. Hay momentos en los que llorar es más importante que festejar y buscar la compasión divina es uno de esos momentos.

    Tiempo en el que hombres y mujeres, ancianos y niños, todos clamando arrepentidos a Dios procurando su bondad. Él dejará bendición tras sí.

    Tiempo de hallar gracia, de ser perdonado y bendecido. Tiempo de ayuno y oración.

     

    El propósito del ayuno en este día

    Reiniciar la relación con Dios, terminar con el pecado y volver a la integridad.

     

    Oramos

    Padre, perdónanos y concédenos estar en paz contigo. Limpianos de toda maldad en el Nombre de tu Hijo Jesús, nuestro Señor y Salvador.

    Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - Palabra viva - Rasgando el corazón ante Dios

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