Francis Schaeffer, gigante del pensamiento cristiano
Su visión del hombre y de la vida, basada en la Palabra de Dios, lo convirtió en el apologista cristiano conservador más respetado de su generación.
23 DE OCTUBRE DE 2022 · 08:00
Francis Schaeffer es una de las referencias del pensamiento cristiano moderno que ningún cristiano con inquietudes teológicas serias puede darse el lujo de desconocer.
Schaeffer fue un estudioso de la Biblia, de la historia y de todas las ciencias humanísticas. Su pensamiento era enciclopédico y multidisciplinario, de gran amplitud y muy sistémico.
Su sapiencia universalista y profunda contrasta notablemente con su discurso ortodoxo, conservador y firme. El evangelio es para él la mejor y la única respuesta a las angustias del hombre.
Schaeffer fue un pastor extraordinario. Su estilo de vida estuvo siempre matizado por la sencillez. Su vida devocional fue inspiradora y sustanciosa y su mensaje desafiante y apasionado.
Nació en 1912, en Pensilvania, Estados Unidos. Con solo veinte años y recién convertido vivió una profunda crisis por las luchas entre liberales y conservadores que tuvo como escenario la Iglesia Presbiteriana del Norte a la que asistía. Durante esta amarga contienda se mantuvo del lado de los conservadores hasta que tres años después tuvo que abandonar la congregación, pero no su fe.
En 1935 Schaeffer entró en el Seminario Teológico de Westminster para capacitarse para el ministerio. Su visión del hombre y de la vida, basada siempre en la Palabra de Dios, lo convirtieron en el apologista cristiano conservador más respetado de su generación.
Las universidades de Europa y Estados Unidos fueron su campo misionero, pero no se limitó a este espacio, las calles fueron también para él objeto de su compromiso de fe.
Se preocupó por el hombre y por la cultura. Fue un gran admirador de las bellas artes. Su sistema teológico lo enfrentó con energía y gran coraje intelectual en contra del ateísmo imperante. Con su pensamiento cristiano en alto apostaba contra los intelectuales más importantes de la época como Sartre, Monod, Skinner y otros.
Su tesis es que la Biblia es la revelación de Dios, de su propósito y de su carácter y que ningún sistema filosófico puede enfrentarla sin ser derribado.
Siempre, partiendo de una respuesta racional, consideró que el cristianismo no era la verdad solamente en el campo de lo religioso y de la filosofía, sino en toda el área donde se desenvuelve la existencia del ser, en todas las esferas de la realidad. Su pensamiento salvaba la sempiterna dicotomía de lo material contra lo espiritual. Para él, Cristo era el Señor de ambas realidades.
Insistió siempre en que el problema del hombre tiene carácter moral. Dios es personal y trata con el hombre partiendo de lo que éste es. El hombre está enfrentado a un Dios personal e infinito. Partiendo de aquí el hombre necesita saber quien es Dios, y cual es su carácter porque el carácter de Dios es la ley del universo.
Frente a Dios, el hombre no solo es metafísicamente pequeño, sino también moralmente culpable. El hombre es grande, es noble, porque porta la imagen del Creador, pero está caído; sin embargo, no es reducido a la nada, Dios ha materializado su propuesta en Jesucristo y el hombre puede ser recuperado y reconciliado con su Creador.
En 1954 Francis y su esposa Edith convirtieron su casa en un refugio para hombres y mujeres que andaban en busca de ayuda, así fundaron una comunidad de fe y reflexión llamada L´Abri. Allí recibían personas de todas partes que llegaban desesperadas en busca de ayuda. Una gran parte eran personas decepcionadas de su cultura y de su fe que no habían encontrado una respuesta integradora que le diera significado a sus vidas.
Se puede decir que Schaeffer creó todo un sistema de pensamiento. Su libro “Huyendo de la razón” y “Él está presente y no está callado” constituyen una estructura filosófica excelente donde él desglosa la composición del pensamiento moderno para delatar sus fallas, al tiempo que presenta la propuesta de Dios como una salida consistente a los dilemas y las angustias del hombre contemporáneo.
Schaeffer fue un hombre universal y un verdadero humanista. Vivió las profundas crisis de la teología de su época sin dejarse aniquilar de su ruido desacralizante. La consistencia de su teología está en lo dice de Dios, la creación, el hombre, la cultura, Cristo, la historia y del final de los tiempos. Su sistema teológico es consistente e incisivo.
El “tiempo” y el “espacio” son dos términos que aparecen con frecuencia en su discurso como forma de explicar la realidad, libre de subjetivismo y especulaciones.
Entre los libros más conocidos de Schaeffer están: Arte y Biblia, Caminos de la juventud hoy, Génesis en el tiempo y el espacio, Huyendo de la razón, Muerte en la Ciudad, la Iglesia al final de siglo XX y La verdadera espiritualidad, entre otros. Sus libros escasean en nuestras librerías.
Es una lástima que la propuesta teológica de Schaeffer no sea más conocida en nuestro medio. Sería interesante que se abra un espacio, que bien pudiera auspiciar la Universidad Nacional Evangélica, para analizar y dar a conocer más los grandes aportes que un pensador de este nivel ha realizado a la teología cristiana.
Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - Para vivir la fe - Francis Schaeffer, gigante del pensamiento cristiano