Muere Gustavo Gutiérrez, padre de la teología de la liberación

El sacerdote e intelectual peruano Gustavo Gutiérrez, considerado el padre de la Teología de la Liberación, una corriente de pensamiento cristiano centrado en la dignidad de los pobres. Falleció a los 96 años este pasado martes en Lima.

Gutiérrez nació en Lima el 8 de junio de 1928. Su teología tuvo importantes repercusiones políticas en toda la región. Fue una de las figuras más influyentes en el ámbito teológico y social de América Latina. Aunque de militancia católica, se trata de un escritor fundamental de la Teología Latinoamericana independientemente de su denominación confesional.

Gutiérrez escribió el primer gran tratado sobre el tema, titulado Teología de la liberación: perspectivas, publicado en 1971 y traducido en todo el mundo. Su obra ofrece una nueva espiritualidad basada en la solidaridad con los más necesitados e insta al compromiso social y económico con los menos favorecidos para promover una mayor justicia social.

De especial significación para mis estudios teológicos fue este libro Teologia de la Liberación, lo adquirí en 1976, junto al libro del teólogo brasileño Rubem Alves Cristianismo, ¿opio o liberación? Ambos libros de Editorial Sigueme, recuerdo que se lo encargué a un joven de mi iglesia llamado Bolívar Hiciano, quien viajó a Guatemala a un congreso juvenil organizado por la Sociedades Bíblicas Latinoamericanas.

Después de la lectura de ese libro, que aun conservo, en ese año 1976, publiqué uno de mis primeros artículos en el periódico vespertino el Nacional de Ahora con el título precisamente “La teología de la Liberación”. El libro es una reflexión crítica sobre la forma de pensar y hacer teología tan aguda que todavía hoy se lee con frescura y vivo interés.

Fue un defensor incansable de la opción preferencial por los pobres, expresión utilizó en 1968, en una reunión de la Conferencia Episcopal Latinoamericana en Medellín (Colombia), para aplicar los principios reformadores del Concilio Vaticano II y que se integró al Magisterio de la Iglesia como un camino fundamental de fe.

Gutiérrez formó parte de un movimiento sociopolítico más amplio en un momento en que América Latina estuvo dividida por desigualdades aún más profundas que las actuales. Tras la instauración de regímenes militares en la mayoría de los países latinoamericanos en los años 1960 y 1970, los defensores de la Teología de la Liberación participaron activamente en la resistencia contra las dictaduras.

El sacerdote Gutiérrez fue uno de los primeros sacerdotes en denunciar las injusticias y desigualdades que devoran a América Latina. Según su visión, la Iglesia debe volver a situar a los desfavorecidos en el centro de su acción y ayudarles a liberarse de sus condiciones de vida.