En la cultura del espectáculo, el bufón es el rey
‘Hemos reemplazado la reflexión por el entretenimiento, y la cultura por su caricatura’.
27 DE ABRIL DE 2025 · 08:00

La civilización del espectáculo (1)
La civilización del espectáculo no es solo un ensayo más en la extensa producción de Mario Vargas Llosa; es un libro que retrata, con lucidez crítica y una prosa elegante, el progresivo vaciamiento de la cultura contemporánea.
Con mirada aguda, el Nobel peruano disecciona temas tan vitales como la religión, el arte, la comunicación y, sobre todo, el lugar que la cultura ocupa en nuestras sociedades hoy. Lo hace sin tecnicismos filosóficos ni jerga académica: con el estilo directo y refinado del narrador que sabe observar y contar.
Vargas Llosa denuncia una verdad incómoda: hemos reemplazado la profundidad por el espectáculo, la reflexión por el entretenimiento, y la cultura por su caricatura. La cultura actual ya no busca elevar, formar o perdurar. Hoy se consume rápido, se olvida pronto y se reduce a lo superficial, lo anecdótico, lo irrelevante. Nos hallamos atrapados en una espiral de banalidad donde la imagen ha desplazado a la palabra, y el ruido del entretenimiento ha silenciado la reflexión.
Según Vargas Llosa, la cultura ya no se define por sus grandes temas ni por sus figuras señeras. Ahora es un producto más del mercado, envuelto en el celofán del consumo masivo. En este escenario, los creadores que aspiraban a la trascendencia han sido sustituidos por celebridades fugaces. Así, una novela de Thomas Mann, Joyce o Faulkner no compite en el mismo terreno que un concierto de Shakira. No porque uno valga más que el otro por sí mismo, sino porque han sido puestos al mismo nivel en una lógica donde lo único que importa es entretener.
Como creyente evangélico, al leer estas páginas no pude evitar pensar en nuestros himnarios antiguos, en esas composiciones que llevaban el peso de lo eterno, y que hoy han sido desplazadas por cantos más comerciales, muchas veces vacíos de contenido. Pensé también en predicadores como Spurgeon, Moody o Edwards, gigantes de la fe, que hoy sucumben ante una cultura dominada por la producción en serie y el éxito de masas.
Para Vargas Llosa, el fenómeno no es simplemente un cambio de gustos, sino una transformación profunda de la escala de valores. En esta nueva civilización, el ideal de vida no es la sabiduría, la belleza o la verdad, sino la evasión. Vivimos para divertirnos, para no aburrirnos. Y si bien el entretenimiento no es ilegítimo, convertirlo en el valor supremo de nuestra existencia es, según el autor, una tragedia cultural.
“Hoy es normal –dice con ironía y tristeza– que la cocina y la moda ocupen buena parte de las secciones culturales, y que chefs y modistos hayan reemplazado a científicos, compositores o filósofos como referentes de nuestra época.”
En este mundo, el cómico ha desplazado al pensador; el bufón, al intelectual. El debate público ya no gira en torno a ideas, sino a ocurrencias.
Uno de los aspectos más provocadores del ensayo es su reflexión sobre la religión. Este aspecto lo veremos en el próximo artículo.
Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - Para vivir la fe - En la cultura del espectáculo, el bufón es el rey