Apocalipsis 14: no miremos la bestia, sino al Cordero

Tres ángeles anuncian juicio a Babilonia y sus seguidores, pero no a los justos.

    26 DE JUNIO DE 2022 · 08:00

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    Fabe collage, Unsplash

    Cuando llego al momento de estudiar este capítulo varias cosas pasan por mi mente. Una de ellas es: pero ¿cómo no entendí esto hace 35 años?

     

    Algunas cuestiones generales sobre el cap. 14

    Me gustaría dar algunas pautas generales cuando nos enfrentamos a un texto que tiene varias interpretaciones o explicaciones.

    Es muy importante aquí haber analizado el texto y su contexto inmediato, y luego su contexto general. El contexto inmediato anterior, claramente, son los capítulos 12 y 13 (el dragón, la bestia y la falsa profeta).

    Referente a la marca de la bestia, el seiscientos sesenta y seis (13.16-18; ver también 16.2 y 19.20); uno puede recorrer toda la Biblia, y es algo único. Si bien, en el antiguo pacto algunas personas llevaban unas cajitas llamadas filacterias atadas a la frente y a la mano con textos bíblicos, debemos reconocer que no llevaban allí algún versículo sobre el sábado, ni siquiera llevaban una réplica del decálogo. Los textos eran Ex 13. 9 y Dt 6. 6-8. En tradiciones más recientes se agregaron Ex 13.1-10, 11-16, Dt. 6. 4-9 y 11.13-21. 

    Luego del exilio babilónico algunos profetas llamando a una vuelta al reposo sabático indican a este como una marca o señal entre los verdaderos israelitas y los que no lo eran. (ver por ej. Ez 20.12, 20). Pero no encontramos nada ni remotamente parecido a esto en el Nuevo Testamento. No hay un solo texto del Nuevo Testamento que siquiera insinúe que el sábado, o cualquier otra cosa relacionada a las leyes del Antiguo Testamento tengan que ver con la identificación de “los verdaderos seguidores de Cristo”.

    Es tan fuerte esta idea en Juan de Patmos, que ni siquiera una sola vez menciona en todo el Apocalipsis la palabra ley (nomos).

    Por lo tanto, mi sugerencia a cualquier investigador serio del Apocalipsis, es no intentar siquiera relacionar “la marca de la bestia” o la “marca de Dios” con su texto o doctrina favorita de la Biblia; o más bien con su interpretación favorita de la Biblia.

    Yo sugeriría que no intente siquiera hacer una doctrina referente al Apocalipsis, ya que es un libro lleno de simbolismos que pueden ser aplicados de forma muy subjetiva por cualquiera de nosotros. En mi caso personal, ya lo expliqué anteriormente, me llevé una gran sorpresa alguna vez al descubrir que en Apocalipsis no hay siquiera una mención remota al tema del sábado. No se puede juntar una secuencia de textos, saltando y saltando de un lugar a otro para demostrar que lo que Juan dijo se refiere al sábado. Esto mismo se aplica a cualquier otra interpretación que uno quiera darle a una marca o señal en nuestro texto. Solo hay que pensar cuánto daño han hecho mucha gente al fanatizarse en algo que el texto no dice, y ni siquiera insinúa.

    Por el contexto inmediato la marca de la bestia parecería referirse a un mecanismo de manipulación económica y el sello del Cordero señala la presencia de Dios con su pueblo y la transformación de los fieles bajo su poder. (ver pág. 290).

     

    Algunas ideas sugeridas por Stam

    El capítulo 14 es un contraste entre el Cordero y las fuerzas del mal descriptas en los capítulos anteriores. “Aquí cuando el panorama no podría ser más lóbrego, de repente Juan ve al Cordero presente en medio de todas esas circunstancias, y pronto empieza a escuchar música. Juan no escribió su libro para que nos quedáramos mirando a la bestia, sino para que veamos al Cordero con aún mayor gloria y poder” (pág. 286).

    Indico aquí que estoy leyendo el comentario de Apocalipsis de Juan Stam, Comentario Bíblico Iberoamericano, Tomo III, de las páginas 285 a 368. Esto realmente es un análisis a profundidad y muy extenso.

    Trataré de sistematizar las ideas principales

    1. Las 144.000 personas son un número simbólico, que representa a la totalidad de los salvos.
    2. El sello proclama el nombre que define nuestra lealtad última.
    3. El capítulo 14 a diferencia del 12 y 13, está llena de sonidos, ruidos y truenos que se convierten en música de orquestas sinfónicas y un canto maravilloso, de victoria y júbilo del Cordero y sus seguidores.
    4. El mensaje evangélico, y la vida cristiana, traen una musicalidad muy especial, que demuestra su autenticidad. Es la música de la salvación por gracia y del reino de Dios y su justicia. El evangelio debe dar el tono musical para toda nuestra existencia. (ver pág. 296)
    5. En tiempo de Juan, la marca de la bestia seguramente era bien identificada a la idolatría del imperio y del culto a la bestia. Aquí es interesante ver el análisis sobre los nicolaítas, que querían adorar a Dios y al mismo tiempo al emperador.
    6. El mensaje del cap. 14 indudablemente es una bienaventuranza a cristianos que no pueden vivir en la ambigüedad. Ser cristianos genuinos requiere integridad. Ser fieles hasta la muerte. No fieles a un día, ni fieles a una institución, sea cual fuere su nombre, fieles a Jesús, y a su mensaje, expuesto en los 4 evangelios y a los demás libros del Nuevo Testamento.
    7. El texto resalta que evidentemente, quienes son fieles sufrirán persecución, incluso martirio. Se trata de la perseverancia y la fe de los que prefieren mil veces morir que traicionar la verdad y la justicia. Es el espíritu de los mártires, cuya sangre fecundó el suelo de la misión de la iglesia. (ver. pág. 311)
    8. Los tres ángeles anuncian un juicio, pero de ninguna manera es un juicio hacia los santos, es un juicio hacia Babilonia y sus seguidores. Cualquiera que quiera siquiera insinuar un juicio sobre los que serán salvos, están patinando. Es bueno aquí analizar en profundidad el capítulo 3 que escribió Juan en su evangelio.
    9. Dios juzgará al sistema mundial y a las naciones que se dejan aliar con fuerzas anticristianas, pero dará un galardón eterno a los fieles que perseveran bajo opresión. (ver pág. 332)
    10. Por favor siga leyendo las ideas de Juan Stam en su comentario.

    Algunas cosas interesantes que me llaman profundamente la atención.

    Siguiendo el principio apostelesmatico que señalé de Desmond Ford, uno puede encontrar interesantes aplicaciones de este texto durante la historia de la cristiandad. Ya lo dijimos, en época de Juan, el tema de los nicolaitas vs. los creyentes perseguidos por el imperio. También Stam dedica varias páginas a la fidelidad y constancia del movimiento de resistencia contra los nazis y Adolfo Hitler. Aquí encontramos (La iglesia Confesante) y como mártir a Dietrich Bonhoeffer, pero muchos otros estuvieron involucrados en este movimiento (Karl Barth, Martin Niemöller y otros).

    Y podríamos ir recorriendo toda la historia de la humanidad, encontrando personas y grupos que eligieron fidelidad a Dios vs. persecución y martirio.

    No deberíamos incluir aquí a todos los que sufrieron persecución y martirio. Existen grupos como los testigos de Jehová que han sufrido persecución y martirio por su ideología; aunque personalmente no creo que ellos hayan sido precisamente fieles a Dios, a Jesucristo sino fieles a una ideología y a una institución.

    Aquí también yo tendría mis dudas en asegurar que los grupos pro vida y pro familia son los 144.000. Yo más bien diría, muchos verdaderos cristianos han arriesgado sus vidas defendiendo los valores cristianos incluyendo la vida y la familia; y también podría asegurar que muchos que están en algunos “movimientos” hoy no tienen la menor idea de lo que significa seguir a Cristo, ni ser perseguidos. Están allí solo porque les conviene.

    Antes de despedirme, creo que vale la pena señalar la segunda bienaventuranza del apocalipsis: “Dichosos los que de ahora en adelante mueren en el Señor” “Sí; dice el Espíritu; ellos descansarán de sus fatigosas tareas, pues sus obras los acompañan” (14. 13)

    Maravillosa promesa que repetimos cada vez que algún hermano pasa al reposo de los Santos. Stam realiza aquí un interesante paralelismo con las obras de los salvos de Mateo 25.

    El desafío aquí para todos es seguir realizando una hermenéutica coherente; explicando lo que Juan de Patmos escribió con el mensaje de Jesús, el mensaje de los evangelios; con la justicia por la fe de Pablo; y también con las obras de amor de Santiago; con el sacerdocio universal de los creyentes de Pedro; con la expiación de Cristo en Hebreos.  No encuentro por ningún lado cómo encajar esto con el 4° mandamiento de la ley mosaica… No ha venido ningún ángel a darme una visión… ¡Gloria a Dios!

    Bendiciones y ¡hasta la próxima!

    Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - Pytheos - Apocalipsis 14: no miremos la bestia, sino al Cordero

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