Apocalipsis 20.11-15 El lago de fuego

Al lago de fuego son tirados el dragón, las dos bestias, la muerte, el infierno y los que fueron juzgados según sus obras. 

    11 DE SEPTIEMBRE DE 2022 · 08:00

    Ricardo Gomez Angel, Unsplash,fuego, hoguera
    Ricardo Gomez Angel, Unsplash

    Me ha pasado en los últimos comentarios que me he olvidado del tema de analizar la comunicación en los textos del Apocalipsis; pero eso era lo que quería realizar originalmente.

    Me he entusiasmado en las escenas de cada drama, y he tratado de encontrar una interpretación coherente, pero me he olvidado de señalar muchas veces al emisor, al receptor, los diferentes códigos utilizados, y también las interferencias o ruidos dentro del mensaje, o alrededor nuestro.

    Supongo que la mayoría que me sigue desde hace tiempo recuerdan lo que hacíamos, especialmente en el libro de Marcos. Subrayar las palabras relacionadas con comunicación; luego hacer preguntas al texto, analizar e intentar interpretar el texto, y finalmente conseguir algunas aplicaciones para la actualidad.

     

    Hagamos una prueba con el texto de hoy:

    Palabras que tienen que ver con comunicación:

    Vi; vi también; se abrieron unos libros; lo que estaba escrito; fueron juzgados; fueron arrojados.

    Muy bien; las preguntas podrían ser:

    • ¿De qué trono se trata? ¿Quién estaba sentado?
    • ¿Por qué huyeron la tierra y el cielo? ¿A dónde huyeron?
    • ¿Quiénes eran estos muertos? ¿Por qué estaban de pie delante del trono?
    • ¿Qué son estos libros? ¿Cómo funciona este juicio?
    • ¿Por qué la muerte y el infierno son arrojados al lago de fuego?
    • ¿Quiénes más fueron arrojados al lago de fuego?

    Este texto tiene cosas interesantes, pero también sus complicaciones, si no atendemos bien la narrativa de todo el capítulo 20. De nuevo, señalo que el texto es altamente simbólico, y es una tarea desafiante, identificar lo simbólico, y los elementos que tal vez sean literales en esta comunicación de Dios a través de la redacción de Juan de Patmos.

    En mi perspectiva personal, yo creo que aquí, no hay que olvidar que al inicio de los mil años (que pueden ser años simbólicos), ya hubo una primera resurrección (20. 5, 6).

    Y Juan mismo aclara a partir del versículo 7 que, a partir de allí, él da un salto al final de los mil años. Desde mi perspectiva comunicacional, en un segundo pasan los mil años, y el diablo intenta engañar y armar un ejército para una batalla.

    A partir del verso 11, yo creería que hay un juicio para todos los que estaban muertos, resultado de una segunda resurrección; y estos fueron juzgados según las obras que habían hecho. Posiblemente el libro de la vida aparece allí simplemente para contrastar a los justos, con aquellos que serían arrojados al lago de fuego.

    Aquí vemos entonces, que al lago son tirados, el dragón (el diablo), las dos bestias de Ap. 13, la muerte, el infierno, y todos los que habían resucitado en la segunda resurrección, que fueron juzgados según sus obras.

     

    Algunas cuestiones que tenemos que pensar:

    Todo esto que acabo de escribir no es 2 + 2. Puede ser que yo esté equivocado, pero mi percepción sobre el texto, dice que esto podría ocurrir más o menos de esa manera.

    Hay autores que aseguran que también los salvos serán juzgados por sus obras; basándose en Mateo 25; y yo pienso que tal ves sí; pero esto no tendría nada que ver con la salvación. En Ap. 20, podría ser que los resucitados en la primera resurrección, se sientan sorprendidos al encontrarse entre los salvos.

    Muchos incluso preguntarán al Señor, ¿qué son esas heridas que tienes en tus manos? (Zacarías 13. 6-8). Es posible que haya realmente muchas personas sorprendidas por estar allí. Si hubiera registros de las obras de los salvos en la eternidad, yo estaría muy sorprendido; pero bueno; tal vez existe la posibilidad, pero no serán para entregar premios, medallas de oro, ni mejores casas. Eso me parece un disparate.

    Sí, estoy seguro que los que sean resucitados en la segunda resurrección serán juzgados por las obras. Y seguramente será por sus obras malas; y aún por las buenas. Porque todas nuestras obras, malas y buenas, nos condenan si no somos justificados por Cristo Jesús. (Todas nuestras obras son como trapos de inmundicia, Isaías 64. 6-7; Romanos 3. 9-19).

    Referente al tema del lago de fuego, yo tengo mi teoría personal, de que esto no puede ser un lago eterno. Pero sea lo que sea, no puede ser lo que nos muestran en algunas películas de ciencia ficción cristianas, ni lo que contaron algunos que dicen haber sido llevados por allí. Pero bueno, creo que el Señor sabrá mejor de qué se trata todo esto.

     

    Termino aquí con algunas frases de Stam:

    “La muerte y el hades, que antes andaban montados en el caballo amarillo (6.8), reciben ahora su castigo: La muerte y el infierno fueron arrojados al lago de fuego. Este lago de fuego es la muerte segunda (20. 14) …

    El significado es claro: ¡La muerte va a morir, y nunca resucitar! La muerte segunda comienza con la muerte de la muerte misma (tomo 4, pág. 283) …

    Isaías 25. 8 anuncia que Dios devorará a la muerte para siempre. La muerte será tragada.

    En 1 Co. 15 Pablo dice, que la muerte ha sido devorada (tragada) por la victoria. La muerte será el último enemigo que será destruido y puesto bajo el dominio de Cristo.

    La muerte se esconderá, y el hades huirá y será sellado. ¡Al tirano se lo ha enviado al exilio definitivo! (pág. 284)”.

    Es muy interesante ver cómo cada personaje va entrando al libro de Ap. y luego ver cómo van despareciendo en el orden inverso. (Por ejemplo, el dragón es el primero en entrar y el último en salir; luego las dos bestias, y también la muerte y el hades… Ver todo el desarrollo paso por paso en la pág. 284).

    Es también interesante comparar también las otras menciones de la segunda muerte en Apocalipsis. Esta expresión no aparece en ninguna otra parte de la Biblia. 

     

    Yo personalmente (Streich) le animaría a realizar un análisis comparativo sobre el Apocalipsis 20 y la justificación por la fe; y también analizar el tema de la santificación por la fe; a la luz de los libros de Romanos y Hebreos.

    Personalmente encuentro “un camino abierto por Jesús” (Hebreos 10. 20-22); que nos traerá consuelo y seguridad en todo momento. No tengamos temor al juicio de Ap. 20, porque creo que Jesús abrió el camino para estar seguros en su presencia. No tengamos miedo a la muerte segunda; porque Cristo ya ha muerto y ha resucitado para darnos vida y vida en abundancia.

    Bendiciones y ¡hasta la próxima!

    Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - Pytheos - Apocalipsis 20.11-15 El lago de fuego

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