Dios: ¿hombre o mujer?

¿Dios se parece más a una madre que a un padre?

    11 DE FEBRERO DE 2025 · 08:00

    The Virtual Denise, Pixabay,familia, padre madre
    The Virtual Denise, Pixabay

    “Escuchando un podcast surgió la siguiente conclusión: que Dios no es un hombre, es mujer; porque es una madre donde su amor es incondicional. ¿Qué opinan?”, esta frase me la encontré en la plataforma de los textos controversiales: Threads.

    Todos hacen este tipo de comentarios que generen interacción y en este caso lo encontré en la cuenta de un usuario que lo logró, @josenaicipa, obtuvo 89 respuestas, gran éxito, pero me quedé pensando en que ya había afrontado esta conversación. Alguna vez, en la Av. Caracas con calle 34 (más o menos), en Bogotá, apareció un grafiti que decía “Dios es una negra” y recuerdo que tuve que conversarlo.

     

    La esencia de Dios

    Hablar sobre ese post plantea una dificultad: No sé cuál es el dicho podcast y me queda una duda, ¿en verdad se estaban preguntando si Dios era hombre o mujer, o realmente se preguntaban cuál era para ellos la mejor imagen de Dios? Porque si se estaban preguntando por la esencia o la naturaleza divina… ¡En qué tema estaban! Harían falta unos años de teología y filosofía para llegar a la misma respuesta de los que no los tenemos: Dios es Dios. Mi pastor, Edgardo Peña, nos suele recordar una frase de su profesor de biología, cuenta que al hablar de naturaleza, solía definirla como eso por lo que una cosa es una cosa y no otra cosa.

    Así que si queremos resolver qué es Dios, por las dificultades de nuestro lenguaje para definir lo indefinible, lo único que podemos hacer es contrariar la regla de la definición y decir que Dios es Dios.

    Pero el problema de ellos está en lo que suele seguir en los credos: “Padre, Todopoderoso, Creador del cielo de la tierra…”. Existe una categoría para “Su naturaleza” (¿podemos usar ese término para referirnos a Él?) y esa es: Dios. Desde el cristianismo, uno solo. Y preguntarse si el que está dentro de una categoría podría encajar dentro de otra, como ser humano, sería una tontería. Pero lo más posible es que se estuvieran preguntando por la semejanza. Cuando conversé con mi amiga que había visto el grafiti, entendí de plano que ese era el punto central de su interés: ¿Dios se parece más a una madre que a un padre?

     

    ¿A qué se parece Dios?

    El reconocido cantante cristiano Marco Barrientos cuenta que, en alguna ocasión, mientras predicaba de Cristo en una cárcel femenina, una mujer le dijo algo así: “Si tu Dios es un padre, entonces no quiero conocerlo”, porque todo lo que había conocido relacionado con la palabra “padre” en su vida, la remitía a dolor. Entonces su equipo de predicadores tomó la decisión de mostrarle las características de Dios que identificamos con la maternidad. Eso le habría gustado mucho a mi amiga: “Dios es una negra, gorda, grande, hermosa. Sienta a sus hijos alrededor y luego de alimentarlos, les cuenta historias”, me decía.

     

    ¿Un Dios madre?

    La Biblia tiene muchos versículos en los que atribuye a Dios rasgos maternales. Deuteronomio 32:18 nos hablará de “el Dios que te dio a luz”, el rasgo exclusivo de las madres; en Isaías 49:15 Dios se compara a Sí Mismo y a Su Amor con el de una madre, pero superándolo: “¿Puede una mujer olvidar a su niño de pecho, sin compadecerse del hijo de sus entrañas? Aunque ellas se olvidaran, yo no te olvidaré”, en el salmo 131:2 el salmista lo ve así: “como niño destetado en el regazo de su madre, como niño destetado reposa en mí mi alma”, en Isaías 66:13 Dios promete consolar a Su pueblo como una madre a sus hijos o Jesús, en Mateo 23:37, habla de Dios como una mamá gallina que junta a sus polluelos bajo sus alas; pero a pesar de estos rasgos, la Biblia es consistente en presentar a Dios de manera masculina. Dios es El Padre.

    “¿Por qué Padre? —podría preguntarse algún lector y también me lo preguntó mi amiga— ¿Con todas esas referencias bíblicas a un Dios de rasgos maternales, no podríamos decir que es una madre?”, la respuesta pasa por decir que también abundan las referencias a un Dios paternal que numerosas veces se presenta como marido, como varón o como Padre, en La Biblia (Is. 54:5, Os. 2:16, Jer. 3:14, 31:32, Ez. 16:8).

    Pero, como cristianos, especialmente por la revelación de Jesucristo. Él, además de llamarlo Padre, nos invita a nosotros a llamarlo también así: “Cuando oren, digan: Padre nuestro…” y Mateo tiene al menos cinco menciones de Jesús hablándole a sus discípulos así acerca de Dios: “Su Padre…”.

     

    ¿Y qué hacemos con la herida?

    Luego de una conversación larga, descubrí que mi amiga tenía el mismo asunto de fondo que la mujer de la historia en la prisión: un padre que abandonó y que hirió. Es una verdad que un gran número de los llamados a hacer la semejanza de Dios en el hogar han fallado. Las estadísticas estiman que alrededor del 30% de los hogares en Latinoamérica sufren la ausencia de la figura paterna; en Colombia, mi nación, cuatro de cada 10 familias tienen a una mujer por cabeza de familia. El Estatista Research Department encontró que 132.363 niños fueron abusados por sus padres en 2021 y le corresponde a los varones cristianos arrepentirse tanto por sus conductas lejanas a la semejanza del Padre, como por no discipular en la paternidad que han conocido a los hombres de su sociedad, pero aunque ese sea el primer paso y el más importante, eso no quiere decir que vamos a dejar de hablar de Dios como Él mismo se ha presentado.

    En la época en que vivimos el nombre del Padre debe ser reivindicado. Es cierto que el ejemplo también lo debe ser, pero no podemos esperar hasta que todos seamos una imagen perfecta de Él para presentarlo como Él mismo ha escogido llamarse.

    En una época en que la figura masculina está tan denostada y es tan necesaria a la vez, es preciso repetirlo: Hay un Padre verdadero, un Padre del que viene todo bien, un Padre que ama y lo hace de las maneras correctas. No ocultaremos que de Dios también viene la semejanza del amor maternal y lo diremos cuando sea necesario, pero estamos llamados a mostrar la imagen del Padre, que hemos conocido en la imagen del Hijo.

     

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    Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - Raforismos - Dios: ¿hombre o mujer?

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