Dicho popular: ‘Si la limosna es grande hasta el santo desconfía’

Un timo que se está dando en iglesias latinoamericanas. Una inversión fraudulenta que promete enormes intereses. Funciona sólo si se añaden nuevas víctimas: el sistema piramidal.

    19 DE ENERO DE 2022 · 08:00

    Cottonbro, Pexels,ahorros, hucha
    Cottonbro, Pexels

    En Argentina venimos sufriendo una debacle económico-financiera indescriptible. Un país con recursos está prácticamente de rodillas. Pobreza por encima del 50%, deuda externa para los próximos 100 años, inflación imbatible, y la soberbia de un pueblo que está lejos de Dios. Por supuesto que habemos muchos cristianos que confiamos en Dios y hay muchas personas de bien que aún no conocen a Jesús como su salvador. Pero estas descripciones son tierra fértil para que desvergonzados invadan las congregaciones con propuestas escandalosas de estafa en la denominada estructura Ponzi o método piramidal que promete grandes ganancias en pocos pasos y un win-win que son promesas vacías.

    En diciembre pasado se arengaba a la gente a participar de este evento desde algún púlpito (quiero pensar que desprevenido) y un sinvergüenza sin duda se llevó los ahorros de aquellos que queriendo salvar su pequeño capital o frente a la necesidad de saldar deudas contraídas por la falta de trabajo o el incremento de la inflación, confiaron en este método demoníaco de escalar sobre el otro.

    Déjeme explicar cómo se desarrolla este sistema. El engaño se hace por el esquema PONZI. Que es una operación fraudulenta de inversión que implica el pago de intereses a los inversores de su propio dinero invertido o del dinero de nuevos inversores. El sistema funciona solamente si crece la cantidad de nuevas víctimas.

    Las características del sistema son las siguientes. En un sistema Ponzi nos encontramos que una persona (ya sea física o jurídica) ofrece gran rentabilidad a inversores, gracias a lo que consigue fácilmente convencer a la gente para que se le preste capital para ser invertido.

    Los intereses del dinero depositado o prestado son pagados con el dinero que invierten los nuevos clientes.

    La rueda sigue funcionando hasta que deja de entrar dinero, y esto puede ser debido a una crisis, a que se acaben los estafados o a cualquier otro motivo. En ese momento, de desmonta el entramado que deja a los estafados sin el ahorro que habían invertido.

    La mejor forma de no caer en un sistema Ponzi es desconfiar de rentabilidades demasiado altas con respecto a las que ofrece el mercado. Ya que este se convierte en el principal reclamo de los estafadores: ganancias exuberantes. También debemos asegurarnos de lo que compramos, para lo que resulta imprescindible leer los contratos con detenimiento.

    Por último, recordar que cuando compremos un producto financiero, debe ser en una entidad supervisada por el Banco Central del país en donde se desarrolle la actividad y de este modo, sabremos que hay un organismo público vigilándolo.

    La Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (ACIERA) compartió una carta a pastores que es una gran herramienta de advertencia al respecto.

    La cantidad de personas creyentes y concurrentes a nuestras comunidades de fe que han caído en esta trampa es espasmódica. Si paramos este proceso alertando a las personas, los estafadores no se benefician y los necesitados no se meterán en más problemas económicos.

    Es imprescindible que todos los que conocemos sobre esta estafa hablemos con nuestros amigos, hermanos en la fe y familiares para que no sean engañados. 

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