“Soy médico, no asesino”: doctores argentinos prefieren la prisión antes que practicar abortos

Cientos de médicos en Argentina han organizado protestas contra el aborto en momentos cuando el proyecto de ley para legalizarlo será votado en el Senado de ese país la próxima semana. Los doctores prometen no tomar vidas humanas, cueste lo que cueste, agitando letreros con mensajes como: "Soy un médico, no un asesino".

Funcionarios de cerca de 300 hospitales privados y centros médicos han denunciado la legislación que ya ha sido aprobada por la cámara baja del Congreso Nacional Argentino.

Argentina ya permite el aborto en casos de violación o riesgos para la salud de una mujer. Los defensores del proyecto de ley quieren legalizar los abortos en las primeras 14 semanas de embarazo, alegando que reduciría las muertes de las mujeres.

Los hospitales privados se oponen porque la ley no les permite optar por no realizar abortos. Y aunque es posible que a los doctores se les permita optar por no participar, existe la preocupación de que otros aspectos confusos de la ley los hagan vulnerables al enjuiciamiento y persecución por sus creencias.

"Los médicos no pueden trabajar bajo la amenaza de ir prisión", dijo María de los Ángeles Carmona, jefa de ginecología en el Hospital estatal Eva Perón.

Los críticos, como la Federación Argentina de Sociedades de Ginecología y Obstetricia, dicen que les preocupa que los médicos que se nieguen a realizar abortos por motivos morales puedan sufrir discriminación profesional. De hecho, los objetores tendrían que registrarse y les preocupa que puedan usarse para "ponerlos en una lista negra" en los hospitales.

"¿Hasta dónde estamos dispuestos a ir? A la cárcel", dijo Ernesto Beruti, jefe de obstetricia del Hospital de la Universidad Austral. "Incluso si se aprueba la ley, no voy a eliminar la vida de un ser humano. El derecho más importante es el derecho a vivir".

La muy respetada Academia Argentina de Medicina se opone ferozmente a la legislación, emitiendo una declaración de que la vida humana comienza en la concepción y que "destruir un embrión humano significa impedir el nacimiento de un ser humano".