George Floyd era una ‘persona de paz’, dice su pastor
El pastor recuerda a "Big Floyd", muerto a manos de un policía en Minnesota, como un cristiano volcado en sus conciudadanos, apoyando la labor social y espiritual de la iglesia local.
Newsweek · 30 DE MAYO DE 2020 · 11:00
Recorriendo los proyectos de Cuney Homes en Houston, Texas, con un vecindario predominantemente afroamericano, el pastor Patrick "PT" Ngwolo de la iglesia Resurrection Houston fue a buscar discípulos. Volantes en la mano, caminó por las calles promocionando un próximo concierto con los artistas cristianos de rap Reconcile y Corey Paul.
En el concierto, un hombre se levantó entre la multitud. Los pastores acudieron a él. "Era Big Floyd (George Floyd)", dijo Ngwolo. "Destacaba entre todos".
Antes de mudarse a Minneapolis por una oportunidad de trabajo, Floyd vivió varios años en Houston, Texas, donde fue uno de los líderes de una iniciativa cristiana llamada proyecto de vivienda Cuney Homes, donde realizó un trabajo de discipulado y alcance principalmente entre los jóvenes.
George Floyd, murió en el violento arresto de cuatro policías a los que nunca opuso resistencia en Minneapolis, Minnesota, el pasado 26 de mayo.
Sus compañeros en el ministerio lo recuerdan como "un hombre de paz". Aunque su persona se rodee, tras su terrible muerte, de actos violentos de protesta en toda la ciudad.
Un referente social y espiritual en su barrio
La relación entre el pastor Ngwolo y Floyd que nació en aquel concierto rápidamente se convirtió en un equipo enfocado en el ministerio de servicio a la comunidad y difusión del Evangelio.
Floyd estaba bien conectado y era muy respetado en la zona, y puso con entusiasmo su reputación y su trabajo a disposición de la iniciativa pastoral.
"Queríamos hacer un discipulado real, de vida a vida en este vecindario", dijo Ngwolo. "El se aseguró de que fuéramos bienvenidos por los vecinos ... eso en la Biblia lo llamamos 'persona de paz'. Nos ayudó y gracias a él pudimos trabajar en su vecindario ".
Así, la cancha de baloncesto local del barrio se convirtió en terreno sagrado, y se convirtió en el local de "Iglesia en los ladrillos". Floyd se convirtió en una figura central del programa de evangelización y alcance cristiano, dijo Ngwolo.
"Todo, desde los oradores hasta las sillas, las mesas, todo tenía que cargarse de un lugar a otro", dijo Corey Paul, uno de los compañeros de Floyd -no sólo como cantante- en el ministerio en el barrio. Floyd se ofreció como voluntario para instalar y desmantelar los eventos en la cancha, a veces cargando 30 sillas a la vez, dijeron sus amigos.
En uno de estos eventos en el vecindario, en el verano de 2015, el amigo de Floyd, Nijalon Dunn, fue bautizado. "Esa experiencia fue monumental", dijo Dunn. "Hablamos de que Big Floyd es, una persona de paz, un guardián. Era alguien de la comunidad que les dio fuerza a los hermanos y hermanas para anunciar el Evangelio. Para poder ser bautizados en un lugar como Cuney Homes, fue una señal de esperanza ".
Trabajando entre el dolor por la justicia y la paz
Ngwolo cree que las iglesias deben ser intencionales no solo para difundir el evangelio, sino también para apoyar el desarrollo de comunidades que están luchando por su vida.
"Si hablamos de discipulado, el desarrollo comunitario es discipulado ...hay que estar en esos espacios, cerca del dolor que ves", dijo Ngwolo, que alienta a los cristianos en posiciones de poder a usar su influencia en la búsqueda de la justicia.
Ngwolo dijo que comprende por qué la gente está enojada. "No solo lo entiendo, lo comparto", dijo, pero ante la indignación "todos necesitamos a Jesús, y todos necesitamos esperanza, y todos necesitamos ayuda".
Dunn se hizo eco en sus declaraciones con este sentimiento, aunque animó a evitar hacer cosas que no estarían "en el espíritu de Big Floyd".
"Una persona que está en la vida diaria y ve algo como lo ocurrido a Floyd se indigna, con razón, y nosotros también, pero en diferentes niveles. Esto sucede todos los días", dijo Corey Paul, el artista cristiano de rap; que añade que "por desgracia esto no es solo un documental de Netflix, y por desgracia para nosotros ... es normal ... hay muchos Floyds".
Paul espera que la muerte de su amigo pueda despertar la comprensión y la conciencia del problema sistémico de la imjusticia racial, especialmente entre los cristianos.
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