La ‘youtuber’ que conquista con sus pastelitos e inspira con su vida

La joven influencer mexicana Griselda Verduzco (Mis pastelitos) ha llevado una vida llena de pruebas que ha superado con su fe en Dios.

Agencias · 20 DE JULIO DE 2020 · 12:00

Griselda Verduzco,Griselda Verduzco, Mis pastelitos
Griselda Verduzco

Griselda Verduzco es una influencer mexicana que, a través de su canal de YouTube “Mis Pastelitos”, se ha convertido, después de haberse enfrentado a muchos desafíos en su vida, en una referencia del mundo gastronómico a través de sus coloridos y atractivos postres.

En una entrevista con la revista Inspiras, le preguntaron cuál era su fuente de inspiración, a lo que ella respondió: "Me inspira el hecho de que puedo ser un instrumento que Dios utiliza para traer algo bueno y positivo para todo el mundo". La vida de Griselda es una historia de pura inspiración, como lo demuestra en su “Draw my life”, en la que comparte con dibujos y galletas los eventos más importantes de su vida.

Sus padres se conocieron cuando él escuchó la magnífica voz de ella interpretando un canto en el coro de la iglesia. Estaba tan impresionado que quería conocerla y casarse con ella. Tuvieron un hijo, y después de años intentando tener una niña, llegó Griselda, una chica muy alegre a la que enseguida gustaron mucho los dulces. Algo que la llevó a sufrir bullying por sus kilos de más, hasta que perdió peso con dieta y ejercicio.

 

Griselda y su encuentro con Dios

Griselda recibió otra noticia muy difícil de aceptar, porque a la madre le diagnosticaron que tenía lupus (una enfermedad autoinmune). Estaba muy triste, pero siempre veía a su madre orar a Dios, y esto también le dio fuerzas a ella.

Sus padres siempre se habían preocupado por su hija y su relación con Dios. La llevaban desde pequeña cada domingo a la iglesia, aunque Griselda confiesa al principio no sabía muy bien cómo acercarse a Dios.

A los quince años, comenzó a leer la Biblia y se dio cuenta de que no solo tenía que arrepentirse de muchas cosas, sino que también necesitaba a Dios más que nadie. Un día se encerró en su habitación para hablar con Él, la madre la escuchó y se quedó con ella. Oraron, se abrazaron y lloraron juntas. Desde entonces, la vida de Griselda cambió por completo. Decidió seguir a Jesús y comenzó a involucrarse más en la vida de la iglesia, ingresando en el grupo de jóvenes donde conoció a Charly, que tiempo después se convirtió en su novio.

Griselda no solo comparte recetas divertidas llenando de color y sabores la vida de sus suscriptores. Su historia de vida en sí misma es pura inspiración, tal como lo demuestra en su “Draw my life” que preparó y en donde comparte con dibujos y galletas los acontecimientos más importantes que ha vivido.

 

Los problemas familiares

Sin embargo, otro momento difícil llegó a su vida. Su familia pasó por una crisis económica muy dura, y Griselda comenzó a buscar trabajo para ganar algo de dinero y ayudar a sus padres. No lo conseguía, pero Griselda sabía que Dios estaba con ella.

Ante la falta de empleo, decidió estudiar gastronomía. No sabía hacer postres, pero le gustaba mucho ver a los chefs prepararlos en televisión. Un día, una prima le pasó la receta de algunos brownies, y le salieron tan bien que decidió cocinar otros para venderlos en la universidad.

La venta de estos brownies muy pronto se convirtió en su trabajo. Empezó a publicar fotos en las redes sociales, recibió clases de repostería y una tía repostera le ofreció consejos muy útiles. Llena de confianza en Dios, gradualmente comenzó a ver cómo sus clientes crecían, y con el dinero que iba ganando, pudo pagarse las clases.

 

Su canal de YouTube y su boda con Charly

Durante aquellos meses su novio Charly le comentó la posibilidad de crear un canal en YouTube y, Griselda, comenzó a publicar sus vídeos. Así nació ‘Mis Pastelitos’, un canal que pronto comenzó a tener muchos suscriptores. Poco tiempo después, Charly le pidió que se casara con él.

Las malas noticias, sin embargo, llegaron una vez más a la puerta de Griselda: su madre empeoró y el lupus afectó sus riñones hasta el punto de obligarla a hacer diálisis.

En esos días difíciles, Griselda comenzó a leer los Salmos de la Biblia y se desahogó con Dios. Fue doloroso, pero por dentro sintió algo que no podía explicar: una gran fuerza para enfrentarse a aquella prueba y se repetía continuamente "el que tiene a Dios no le falta nada”. El 1 de mayo de 2017, su madre murió a los 57 años, pero Griselda tenía fe en las palabras de Jesús “Quien crea en mí, incluso si muere vivirá”.

Dios le concedió una paz extraordinaria que ni siquiera ella puede entender y sabe que volverá a verla, que podrá abrazarla de nuevo y contarse lo grande y bueno que es Dios por salvarnos.

Griselda dice que todos tenemos una historia de vida con momentos felices y tristes. Ha pasado mucho hasta llegar donde está hoy. No podemos controlar las cosas que nos pasan, pero sí la forma en que reaccionamos ante ellas y para eso contar con Dios puede hacer una diferencia. Para ella Dios es la fuerza que tiene para seguir adelante cada día.

Hay una frase que le gusta mucho y le ha sido muy útil y por eso la comparte con todos: “No por miedo a fallar, voy a dejar de intentar”. Anima a todos sus seguidores a que no le tengan miedo a los errores o al fracaso. Es mejor aprender de ellos y seguir intentándolo. La vida continúa y hay que decidirse, sacudirse el polvo y comenzar a vivir bajo la bendición de Dios.

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