¡No sean niños!
En una Iglesia saludable siempre habrá niños en lo natural y en lo espiritual, pero no puede ser una guardería.
15 DE DICIEMBRE DE 2024 · 08:00

Las tres edades espirituales (2)
En 1 Juan 2:12-14 (*) descubrimos tres edades espirituales: niños, jóvenes y padres. El niño es cuidado por el Padre, el joven debe aprender a cuidarse a sí mismo, pero el que ha llegado a ser padre ya puede cuidar a otros y dar su vida por ellos, así como un padre lo hace por sus hijos.
(*) Os escribo a vosotros, hijitos, porque vuestros pecados os han sido perdonados por su nombre. Os escribo a vosotros, padres, porque conocéis al que es desde el principio. Os escribo a vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al maligno. Os escribo a vosotros, niños, porque habéis conocido al Padre. Os he escrito a vosotros, padres, porque habéis conocido al que es desde el principio. Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno. (1 Juan 2:12-14)
Recuerda: Bronce, niños. Plata, jóvenes. Oro, maduros
Estamos viendo cómo la Palabra de Dios nos muestra las características de estas tres edades, y también los peligros de quedarnos estancados en una de ellas.
- 1.- MADURAR ES AVANZAR: DEJAR ETAPAS ATRÁS
- 2.- SABER SER NIÑOS
- 3.- ¿QUÉ ES MADURAR EN LA VIDA ESPIRITUAL?
- 4.- HERMANOS, NO SEÁIS NIÑOS...
- 5.- ¿QUÉ ES MADUREZ PARA LAS RELACIONES?
- 6.- LA FIESTA DE CUMPLEAÑOS ARRUINADA
- 7.- ESTE ES UN LLAMADO A LA MADUREZ
Ya vimos los tres primeros puntos, hoy estudiaremos los dos siguientes (4 y 5).
4.- HERMANOS, NO SEÁIS NIÑOS... (1 Corintios 14:20)
Tristemente, la iglesia de Corinto era muy inmadura. El apóstol Pablo, su padre espiritual, les exhorta a que dejen de ser niños. Pero ¿en qué debemos dejar de ser niño?
- No seamos niños en cuanto a la batalla
El joven sabe vencer a Satanás. El hijo de Gedeón, que no se atrevió a rematar la victoria, demostró que aún era niño*. ¿Vas a estar siempre peleando con lo mismo? ¡Remata tus guerras! ¿Qué es ser alguien más que vencedor? Es más que vencer, es dominar, porque el concepto de vencer implica que siempre estás en guerra con algo, en cambio, cuando dominas significa que has superado a un enemigo.
*Y dijo a Jeter su primogénito: Levántate, y mátalos. Pero el joven no desenvainó su espada, porque tenía temor, pues era aún muchacho (Jueces 8:20).
- No seamos niños en cuanto a la responsabilidad.
Los niños no saben cuidar su higiene; eso representa santidad. Los niños no saben cuidar su alimentación; eso representa nuestra búsqueda. Los niños no saben guardar horarios; eso significa gobierno de uno mismo, disciplina o autocontrol. Por eso, para liderar en el Reino de Dios, se nos dice que no sea un neófito, entre otras cosas, porque puede envanecerse y caer en la condenación (1 Timoteo 3:6). Un castigo para Israel fue que niños fueran sus gobernantes.
- No seamos niños en cuanto a sabiduría y astucia
Voy a completar el versículo de 1 Corintios 14:20: “Hermanos, no seáis niños en la manera de pensar; más bien, sed niños en la malicia, pero en la manera de pensar sed maduros”. ¿Qué es ser maduros a la hora de pensar? Conocer la Escritura; tener la mente de Cristo; no ser arrastrados por cualquier viento de engaño (Efesios 4:14).
5.- ¿QUÉ ES MADUREZ PARA LAS RELACIONES?
Los corintios eran carnales o inmaduros (niños) según 1 Corintios 3:1-4 (*): discutían, competían y no honraban a su padre espiritual, al apóstol Pablo. Eran niños.
(*) De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. 2 Os di a beber leche, y no vianda; porque aún no erais capaces, ni sois capaces todavía, 3 porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres? 4 Porque diciendo el uno: Yo ciertamente soy de Pablo; y el otro: Yo soy de Apolos, ¿no sois carnales? 1ª Corintios 3:1-4.
¿Y en cuanto a los dones? Entendían los dones como una manifestación de poder, como tener superpoderes. No comprendían que los dones son para la edificación, no para exhibición.
¿Carnales o espirituales? Eran niños. Pablo los anima a ser espirituales. Otra característica de los niños es que son capaces de ser amigables con unos y hacer bullying a otros; suelen tener caprichos y preferencias. Lo mismo les pasaba a los corintios. Hacían grupitos por afinidades o en cuanto a los maestros que les gustaban, en lugar de ensanchar el corazón y amar a todos. Pablo los anima a ser maduros en Cristo y no carnales. Es decir, que dejasen de ser niños.
Si una Iglesia es saludable, siempre habrá niños en lo natural y niños en lo espiritual, pero no puede ser una guardería
Así era la Iglesia de Corintio, una guardería, llena de niños que ya deberían haber crecido. Es necesario que haya jóvenes (edad de plata) y maduros (edad de oro). Niños, en el sentido positivo, sería el bronce. Pero la Iglesia de Corinto estaba llena de hierro, en cuanto a dañarse unos a otros, y así, el reino de Dios no podía avanzar.
¿QUÉ ES MADUREZ PARA LAS RELACIONES?
- PRIMERO, SABER ESCOGER:
1ª Corintios 12:31: Y aun yo os muestro un camino más excelente.
Saber escoger siempre el camino más excelente, el amor (1 Corintios 13). Saber edificar, perdonar, aceptar al diferente.
- SEGUNDO, TENER EL SENTIR DE CRISTO:
Todos los que somos maduros tengamos este mismo sentir, el de Filipenses capítulo 2. Es tener el sentir de Cristo. Considerar al otro como más importante que uno mismo.
Que todos los que son espiritualmente maduros esto mismo sintamos; y si otra cosa sentís estoy seguro de que Dios os lo hará entender; pero debemos aferrarnos al avance que ya hemos logrado. NTV+RV60 (Filipenses 3:15-16).
En la idea de Dios, yo soy tercero, porque primero es Dios, segundo mi prójimo y tercero soy yo
El inmaduro es egoísta y egocéntrico. Él es primero, él es segundo, él es tercero.
- TERCERO: TENER CLARA MI IDENTIDAD:
Si tengo clara mi identidad, podré relacionarme con otros, edificarles, influenciarles y no ser influenciado en cuanto a lo negativo.
El maduro, en cuanto a las relaciones, es sólido, se mantiene. Porque hay gente líquida que se mezcla y cambia. E incluso, peor aún, gaseosa, que se desvanece. Hoy está y mañana no. Pero debemos llegar a ser sólidos. Siempre los mismos, piedras vivas de Cristo Jesús, con las que el Señor podrá edificar su casa.
Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - Soliloquios - ¡No sean niños!