No, no fue Bertolt Brecht

El texto, parte del sermón ¿Qué hubiera dicho Jesucristo?, se conoce como el poema “Y por mí vinieron…”.

25 DE NOVIEMBRE DE 2022 · 08:00

Sello conmemorativo del centenario del nacimiento de Martin Niemöller,Martin Niemöller
Sello conmemorativo del centenario del nacimiento de Martin Niemöller

La humanidad ha conocido períodos muy oscuros de persecución por cuestiones religiosas que se remontan desde el siglo I D.C., con la persecución a los primeros cristianos, hasta la actualidad, pero en todas las épocas algunos se arriesgaron a manifestarse en contra de esas persecuciones, aun a riesgo de sus propias vidas. Entre esas personas se encuentra Martin Niemöller.

En el marco de la conmemoración de la Declaración sobre la eliminación de todas las formas de intolerancia y discriminación fundadas en la religión o las convicciones, proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, el 25 de noviembre de 1981,[1] vale recordar el legado de Martin Niemöller, teólogo, pastor protestante y activista antinazi.

Martin Friedrich Gustav Emil Niemöller[2] nació en Alemania en 1892. Luchó durante la Primera Guerra Mundial como comandante de un submarino y, luego de una profunda reflexión personal, tomó la decisión de seguir su vocación religiosa y fue ordenado pastor luterano en 1924. Sobre esta etapa de su vida escribió el libro Del submarino al púlpito (1939).

Aunque muy al principio apoyó las ideas del nazismo, pronto se opuso a ellas al advertir que Hitler pretendía imponer el Párrafo Ario[3] a las iglesias protestantes, lo que implicaba la exclusión de cualquier creyente que tuviera un antepasado judío. Esto lo llevó, junto a Dietrich Bonhoeffer, a fundar el movimiento de la Iglesia Confesante que se oponía a la influencia del nazismo sobre las iglesias alemanas.

Por este y otros motivos, fue arrestado y enviado a los campos de concentración de Sachsenhausen y de Dachau, desde 1938 hasta 1945 cuando fue liberado. Por el resto de su vida continuó trabajando contra la opresión y la guerra, y a favor de la paz.

Uno de sus legados más sobresalientes, y que permanece vigente hasta el día de hoy, es un texto que fuera parte del sermón ¿Qué hubiera dicho Jesucristo?[4], que predicó durante la Semana Santa de 1946, en Kaiserslautern (Renania-PalatinadoAlemania) y que se conoce como el poema Y por mí vinieron…”, que se atribuye erróneamente a Bertolt Brecht.

Cuando los nazis vinieron a llevarse a los comunistas,
guardé silencio,
ya que no era 
comunista,
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,
guardé silencio,
ya que no era 
socialdemócrata,
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,
no protesté,
ya que no era 
sindicalista,
Cuando vinieron a llevarse a los judíos,
no protesté,
ya que no era 
judío,
Cuando vinieron a buscarme,
no había 
nadie más que pudiera protestar.[5]
Martin Niemöller

Tal es la importancia del mensaje que el texto se encuentra en permanente exhibición en el Museo Conmemorativo del Holocausto de los Estados Unidos y, como lo señala el propio museo, sus líneas son un recordatorio para todos los visitantes sobre las consecuencias de la pasividad y la inacción, así como también del poder de la acción individual.

Este legado protestante es un llamado a la necesidad de oponernos a toda forma de intolerancia, discriminación y persecución por motivos religiosos o de cualquier otra índole, y este llamado cobra especial significación en la fecha que hoy conmemoramos.

 

 

[1] Resolución de la Asamblea General 36/55.

[2] Martin Niemöller (1892-1984).

[3] Los párrafos arios se encuentran en la legislación de la Alemania nazi y su objetivo era la exclusión de los judíos de todo lo referido a la vida pública: partidos políticos, organizaciones sociales, iglesias, entre otros.

[4] En este sermón, Niemöller se refirió a la apatía de los alemanes ante la crueldad del nazismo.

[5] Martin Niemöller. Versión traducida tomada de Wikipedia, consultado en noviembre 2022.

Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - En letra de molde - No, no fue Bertolt Brecht